El que susurra en la oscuridad
El que susurra en la oscuridad – (H.P. Lovecraft)
Corto
de café: Los extraños seres.
En las oscuras colinas de Vermont
“Todo
comenzó en lo que a mí respecta, con las históricas inundaciones de Vermont del
3 de noviembre de 1927. (…) aparecieron ciertas historias extrañas de cosas
encontradas flotando en algunos de los ríos hinchados; (…)”.
Introductio:
Nunca te
sumerjas (olvida esa ocurrencia) dentro del cosmogónico terror de
Lovecraft, pues te atrapará y sumergirá
en una horrífica atmósfera de la que no podrás salir, llena de susurrantes
palabras que te abrazarán en la oscuridad, de eso ya estás advertido, porque
las dimensiones no terrenales están a la vuelta de la esquina, en un relato que
por momentos te recordará a “El color que cayó del cielo”, donde un profesor
universitario se acercará hasta lo más profundo de las recónditas tierras de
Vermont (EE.UU) llenas de misterios y leyendas, atraído por unos ignotos
fenómenos, protagonizados por unos extraños seres, con unos fines muy poco
claros y apetecibles para la raza humana.
“Además, había relatos de voces
zumbantes imitando el habla humana que hacían ofertas sorprendentes a viajeros
solitarios en caminos y senderos en los bosques profundos…”
Un
intercambio epistolar que ‘traerá miga’ donde el terror, como es habitual en
Lovecraft está asegurado, porque esos seres mezcla de extraños y violentos, siempre
trabajando con sigilo y en la oscuridad, con unos fines muy poco claros, nos
irán acechando y atemorizando según va avanzando la lectura. Dos personajes, un
enigmático misterio, muchas dudas y demasiadas preguntas, junto a un estilo muy
space opera muy típico de la época, siempre con la duda de si en realidad
hemos sido invadidos por unos desconocidos entes, de los cuales nadie sabía
nada hasta ahora, pero que ya fueron mencionados en las antiquísimas leyendas
de las montañas de Vermont (presentes en todo momento), y que siempre han estado en la memoria de la
gente, saliendo ahora a la luz por culpa de los últimos acontecimientos.
Ultílogo:
Nos
volveremos a introducir en la cosmogonía del mundo Lovecraft, donde la imaginación
y el miedo (una formidable pareja literaria) trabajarán a destajo, dando lugar
al ya conocido horror cósmico, tan característico del autor. Con la
lectura de este relato conseguiremos una diplomatura por la famosa universidad
de Miskatonic en Arkam. Los sucesos acaecidos en Vermont irán surgiendo
de forma vertiginosa, alcanzando el clímax final de la narración cuando se
encuentran los dos personajes (humanos) protagonistas, con sorpresa final e
inesperada, donde unos seres de origen desconocido intentarán que pases esta
lectura de la peor manera posible.
“Esas
colinas salvajes son seguramente el puesto avanzado de una raza cósmica
espantosa, como dudo aún menos desde que se ha descubierto curiosamente ese
nuevo noveno planeta más allá de Neptuno, justo como esas influencias habían
dicho que se vislumbraría. Los astrónomos, con una horrible apropiación, han
nombrado a esa cosa Plutón”.
Tan solo comunico y divulgo.
Comentarios
Publicar un comentario