Las chicas del barrio
Las chicas del barrio – (Tània Juste)
Largo de café: Una mirada al barrio de Sants.
Las hermanas Molina
“Cinco chicas de barrio que, como
tantas otras, se convertirán en heroínas cotidianas de su tiempo”.
Introductio:
Toda
historia tiene un principio, en esta comienza y termina en el populoso e
industrial distrito barcelonés de Sants, a la sombra de una empresa que da
trabajo a la mayoría del personal que habita y convive en los alrededores de
esta zona de la ciudad Condal, estamos hablando de la conocida “La España Industrial”. También en todo relato que se precie tiene que haber unos
personajes, en este caso son Gregorio y María, que junto a sus cinco hijas
Julia, Pilar, Ángeles, Carmen y Lola, la más pequeña y contestataria vivirán
una parte importante de nuestra historia más reciente, (una España en cambio,
con un movimiento constante) con el anarquismo y el sindicalismo obrero de
fondo, (junto a una horrible guerra civil) donde las grietas en ocasiones son
muy difíciles de cerrar, pues hay heridas que siempre permanecen abiertas, por
mucha tierra que se les eche encima.
“(…).Porque la vida se te escurre entre los dedos y un buen día ya no tienes nada”
Ellos (los Molina) habían abandonado las tierras valencianas para trasladarse a esa Barcelona llena de oportunidades, necesitada de mano de obra, alentados por Miguel, el hermano pequeño del cabeza de familia, que les aseguraba un buen futuro y mejores oportunidades trabajando en la ya mencionada “La España Industrial”, una de las mejores fábricas de aquellos tiempos. Desde ese momento la autora va desgranando las historias personales de cada una de las hermanas, cinco historias que al final se convierten en una, la de la familia Molina, que lucha por salir adelante lo mejor que pueden, a pesar de las piedras que se van encontrando por el camino, a cual más diferente.
“Quiero que toda la vida sea como ahora, que no cambie nada. Que vivamos siempre en esta casa, mamá, papá y todas las hermanas. También el tío Miguel. No quiero hacerme mayor y, sobre todo, no quiero abandonar nunca la vida de Sants”.
(Lola)
Un ejemplo de integridad pese a las adversidades, una lucha
en una época convulsa que trajo desagradables consecuencias, unos años donde
las Molina luchan para mantenerse unidas, y que ese amor que tienen las
hermanas nunca se rompa.
Ultílogo:
En tiempos
donde en ocasiones la familia está de capa caída, convirtiéndose en un café que
se sirve frío en la mesa, y que ha perdido de todo su sabor, este relato de las
chicas de Sants muestra la importancia de la misma, la finalidad de permanecer unida
pese a las circunstancias, a esos sinsabores que muy de vez en cuando nos deja
la vida.
Este relato, siempre lleno de ‘buenrollismo’, es esa ‘felgood lit’ que cada cierto tiempo nos debemos de llevar a la boca, para nunca
perder de vista ese punto positivo sobre la vida, que hoy día “visto lo visto”,
estos malos tiempos que parece que corren ante nuestros ojos nos recuerdan que,
no deberíamos de olvidar la frase que “siempre se puede”, cueste lo que
cueste, y que pese a quien pese, la familia siempre es y será el principal
apoyo que tenemos ante todos esos problemas que nos rodean.
“Observa a sus hermanas y se da
cuenta de que no está sola, de que en realidad nunca lo ha estado”.
Club de Lectura Asempa.
Después de dedicar unos días a leerlo, me parece más interesante de lo que pensaba, claro que el tema de la familia en tiempos convulsos me gusta y la supervivencia a los malos momentos también, porque lo somos.
ResponderEliminarLas hermanas Molina son un claro ejemplo de resiliencia.
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