El extraño

 



El extraño – (H.P. Lovecraft)

 

Corto de café: En la soledad del castillo.

 

El outsider

 

“Infeliz es aquel a quien sus recuerdos infantiles sólo traen miedo y tristeza. Desgraciado aquel que vuelve la mirada hacia horas solitarias en bastos y lúgubres recintos de cortinados marrones y alucinantes hileras de antiguos volúmenes, o hacia pavorosas vigilias a la sombra de árboles descomunales y grotescos, cargados de enredaderas, que agitan silenciosamente en las alturas sus ramas retorcidas”.

 

 Todos tenemos un amigo que nos abre una puerta, que nos ayuda cuando tenemos dificultades, pero en los mundos inimaginables de Lovecraft esta situación no puede ser posible, y esto le pasa al ‘extraño’ personaje, protagonista del relato de hoy, un auténtico outsider, un no aceptado por parte de un grupo de personas, que lo ven como algo diferente, en una sociedad en la que quiere entrar, pero es rechazado por su ‘apariencia’.

 En ‘El extraño’ nos encontramos con una de las narraciones más espectaculares de Lovecraft, y también una de las más admiradas por el gran público, por esa legión de seguidores que nunca le abandonan. En este relato, el narrador es mismo protagonista, un personaje principal que es un vampiro, con una imagen tan terrorífica, que cuando los demás le ven huyen espantados, además, este ser, nuestro vampiro, no es consciente de como es su imagen, porque en realidad la desconoce.

   Este hombre solitario ha permanecido de por vida, o hasta ese momento de la historia viviendo en un castillo, sin contacto alguno con ser humano, y todo lo que conoce del mundo exterior es gracias a los libros, que naturalmente se encuentran en tal lóbrega y prosaica fortaleza, derruida en parte.




   No es capaz de recordar nada del pasado, ni de dónde procede, ni qué hace ahí, además no puede ver lo que hay en el exterior, porque un bosque muy tenebroso, cubierto de frondosos árboles cubre lo que hay ante su vista, quedando ciego de paisaje, y que no deja entrar la luz del sol, un panorama aterrador ante su mirada, por eso, este ‘personaje’ no conoce la luz natural.

   Cuando decide que ha llegado el día en que esa situación debe terminar para siempre, resuelve que debe escalar hacia lo más alto de la derruida torre que le aprisiona, llegar hasta su cima y conocer por fin la luz del sol, sentirla, palparla y, al mismo tiempo saber que hay más allá de la asfixiante almena que le retiene en ese tétrico lugar, sabiendo cual es el paisaje que se divisa desde esas alturas.

  La ascensión no es nada fácil, al final de la misma se encuentra con una trampilla, que al traspasarla descubre algo inaudito para sorpresa suya, que no está en lo más alto de la redondeada muralla, tan solo está al nivel del suelo, pero en otro mundo, en otro espacio transversal diferente. Al recorrerlo descubre a otras personas, a otros seres, que cuando le ven huyen despavoridos, luego, llega a un momento en que por fin puede ver su rostro reflejado en un espejo, esa ansiada faz que tanto esperaba conocer, entonces se da cuenta de la realidad, de lo que realmente es…




Ultima verba:

   ‘El extraño’ es uno de los mejores relatos de Lovecraft, en el que se refleja la verdadera personalidad de este hombre, que tanto admiraba a Poe, donde el mismo se retrata (a su manera, claro está) ya que se ve como un outsider respecto a la sociedad que le rodea, donde la gente huye despavorida ante su forma de ser, esa personalidad que tanto ha llamado la atención, vuelvo a repetir que, esa forma de ser, descoloca a un gran mayoría de lectores y detractores, al ver y saber cómo es todo el inimaginable mundo, ese universo interior que solo había y habitaba en su cabeza.

Nos encontraremos a mitad de camino, entre Ulthar y Celephaïs.



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