La grieta del silencio

 



La grieta del silencio

Javier Castillo

 

Largo de café: Hay grietas que son muy difíciles de cerrar…

 

Un secreto guardado por muchos años

 

“Daniel Miller se despertó de un salto al sentir en su rostro de siete años la calidez de la luz del amanecer. Se notaba en su cara, esperaba aquel rayo desde el fin de semana, cuando sus padres Ben y Lisa le habían regalado por su cumpleaños una bicicleta cuya rueda trasera giraría para siempre en la memoria de ambos”.

… y vaya si giró, pues dio para contar, relatar más bien esta impresionante historia.

   Cuando uno lee “La grieta del silencio” piensa que se va a enfrentar a una novela policiaca clásica, tal y como marcan los cánones del viejo oficio de escribir, con esos ambientes puros y duros de los bajos fondos de cualquier ciudad, que aquí vamos a obviar, pero yo diría que no es así, pues este tipo de novelas se ha modernizado (para bien) con los tiempos, así que, ante nuestros ojos aparecerá una auténtica noir (parece que me estoy contradiciendo), una novela que lo tiene todo, tristezas, esperanzas, desesperanzas, vidas truncadas y, la maldad de la puta vida (con perdón) sobre todo, esos largos silencios interiores que guardan los personajes hasta el final de la historia, un apretadísimo final donde se resuelve y donde se contesta a esas cuestiones que tanto nos han intrigado, en especial a las preguntas que los mismos protagonistas hacen sobre su existencia, que en muchas ocasiones, por no decir todas, es un auténtico valle de lágrimas.

  ¿Somos víctimas de las circunstancias o las circunstancias somos nosotros mismos? Un relato que va cogiendo fuerza a partir de la segunda parte de la novela, cuando Miren y Jim se unen en uno solo, que sin utilizar ningún tipo de magia se mimetizan, formando ese gran equipo que los hace únicos y diferentes del resto de mortales periodísticos, eso sí, cada cual sin perder su particular estilo, para intentar descubrir de una maldita vez, después de treinta largos años que ocurrió en realidad, que le pasó al pobre niño, a un Daniel Miller que esté donde esté, sigue pidiendo justicia a gritos, agrietando cada vez más la pobre existencia de unos padres rotos y descompuestos, pero sobre todo, donde está o están sus asesinos, si es que en verdad fue asesinado.

   Dicen por ahí que todos los caminos conducen a Roma, palabras muy imperiales, que todos los caminos llevan al mismo lugar, a un punto de partida que es en realidad el sitio donde sucede, donde sucedieron las cosas, y es en ese principio del camino donde se inicia esta historia, cuyo final… no voy a contar aquí, pues los pocos que leen esta silenciosa bitácora saben de antemano que muy raramente suelo hacer spoilers.


No podía faltar en este blog la habitual foto del autor Javier Castillo, donde nos presentará una historia que te agrietará página a página

            El matrimonio Miller, Jim Schmoer, Miren Triggs, Alice Amber, su maléfico padre y no podemos olvidar a la misteriosa madre Patricia,  que guarda terribles secretos imposibles de contar, también está el lado oscuro de la web, donde hallaremos sombras muy, muy siniestras, el denominado cubo de la basura mundial, donde la mierda campa a sus anchas, donde muchos indeseables acechan desde el ignoto anonimato, escondiendo sus más bajos instintos, vicios bastante ocultos, con mentiras, cintas de video y cajitas de música, dignas de cualquier coleccionista, que guardan un secreto muy profundo que clama a voces ser resuelto, un profesor de universidad (aunque esto ya lo he dicho antes),  y los ojos de un lector (tú, yo) que al mismo tiempo intentarán desenmarañar que hay detrás de este gran lío.

Ultima verba:

  Como punto final diremos que la historia guarda una bomba de relojería, que está bien escondida entre líneas, un huevo de pascua que conmociona totalmente el relato, algo que yo personalmente no me esperaba, pues mis elucubraciones iban por otra parte. No voy a comentar que es, ni de que forma viene envuelto, pero para mí fue una verdadera sorpresa.

  Hay misterios y vidas truncadas, pero sobre todo siempre flotarán dos preguntas en el aire. ¿Dónde está Daniel Miller?, y la segunda es... ¿Qué provocó la mudez de Alice Amber?

P.D. Esta novela te hará olvidar de una vez por todas esa manida frase que tanto sonó mucho tiempo atrás. ¿Quién mató a Laura Palmer?

Club de Lectura de Asem

(Asociación de Enfermedades Neuromusculares)



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