En la boca del lobo
En la boca del lobo – (Elvira Lindo)
Largo de café: Las historias que nos atormentan.
Las
heridas más dolorosas nunca están a la vista
Llegamos a La Sabina pocos días después de que acabara
el colegio. Mi madre hizo la maleta con aturdimiento y con rabia. Yo observaba
en silencio, desde un rincón de su dormitorio…
Introductio:
En un
verano cualquiera nos acercamos hasta La Sabina, un pueblo valenciano,
allí Guillermina y su hija -Julieta- nos cogerán de la mano para adentrarnos
en una historia llena de luces y sombras, una relación quebrada entre madre e hija, ya que
Julieta es una niña no deseada, un error de adolescencia, que a medida que
pasan los (cortos) años cada día se hace más tortuosa, donde en muchos momentos
los papeles se invierten, y es Julieta quien hace el papel de madre, porque
Guillermina, a pesar de ser joven todavía pretende vivir (y vive) en una eterna
adolescencia, de la cual no salió -no disfrutó- desde que tuvo su
embarazo, además, siempre fue muy rebelde e independiente.
“Es más fácil despejar la incógnita
de una ecuación de segundo grado en el papel que cuando la tienes que resolver
en tu propia vida”.
¿Qué hace
una chica de once años en una aldea perdida? Conocer ese pequeño gran mundo que
le rodea y, trabar amistad con Emma, una extraña mujer que no es aceptada por nadie
del pueblo, en especial las mujeres, que según las habladurías populares tiene
un oscuro pasado, que ella no esconde.
Julieta también
tiene sus problemas y… secretos, un oscuro misterio que se irá resolviendo a lo
largo de la historia, aunque algo se puede entrever, porque la conducta de la
chica ha cambiado de un maravilloso día de sol a uno de negra tormenta, que
esconde en esos pensamientos, en esa conducta que no pasa desapercibida, en
especial a su profesora, que como deberes veraniegos incluye una libreta en
blanco para que apunte y escriba todos sus pensamientos,
`lo primero que le venga a la cabeza’, unas reflexiones que romperán por
completo la historia, unas anotaciones (al alcance del lector) que marcarán por
completo y para siempre su vida.
“En aquel momento, sentí una honda
melancolía que a mis once años no supe discernir a qué era debida, aunque ésa
es la edad en la que abundan los presentimientos pero no se cuenta con las
palabras justas para expresarlos”.
Post scriptum:
Los sueños y
las pesadillas (que pueden tener solución, pero que te marcan para siempre),
las historias humanas junto a ese particular comportamiento humano, estúpido,
abrupto, viciado, que se unirán para dar entrada al introspectivo mundo de
Julieta, tan oculto al ojo humano, mostrando la vulnerabilidad de esa infancia
a la cual hay que cuidar.
Dicen que
por momentos es una historia llena de contraposiciones, con sus claros y oscuros
(aunque esto ya lo he dicho antes), pero para mí son los recuerdos quienes relatan
la historia, que hacen de narradora y de Julieta a la vez, que se enlazan y
entrecruzan, para estar presentes en esa casa de La Sabina donde se ha
detenido el tiempo.
Ultílogo:
El
infierno se ha transportado a La Sabina (no tiene ganas de irse), y por
mucho tiempo que pase siempre estará presente, incluso cuando uno intenta
borrar los recuerdos, las amarguras de un pasado que nunca huye, porque está ahí
escondido, esperando su oportunidad para hacerse ver cuando uno menos se lo
espera, porque ese pasado es la pérdida de la inocencia en el momento en que una
niña es cuando en teoría tiene que ser más feliz.
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