Aniquilación

 



Aniquilación, o tal vez nos aniquile el autor.

 

Recomendaciones literarias: 23 – Michel Houellebecq.

(Aunque quizás…podíamos decir todo lo contrario).

 

     Creo que debo de poner sobreaviso a los futuros lectores de este libro, pero no sé cómo argumentarlo. Quizás la frase más adecuada para el mismo sea esa de ‘aburrido hasta la extenuación’. Luego de comentar esto me surge una duda, si recomendar el libro para bien o para mal, donde a cada paso que das te cuesta un potosí pasar la página. A mí en algunas de ellas me resultaron insufribles, un suplicio. Realizada esta advertencia paso a comentar el argumento sin más y cada cual que decida después si se anima a leerlo o no, porque para mi gusto, no puede ser más malo.

Debo decir que en estos doce años que llevo reseñado libros en esta silenciosa bitácora que nade lee, es la primera vez que copio y pego un argumento, debido a la mala calidad de la historia. Esta reseña llevaba dos años guardada y, por fin, en un día cualquiera me he animado a colgarla.


Michel Houellebecq, el autor de este desatino

Argumento:

   Año 2027. Francia se prepara para unas elecciones presidenciales que es muy posible que gane una estrella de la televisión. El hombre fuerte detrás de esa candidatura es el actual ministro de Economía y Finanzas, Bruno Juge, para quien trabaja como asesor Paul Raison, el protagonista de la novela, un hombre taciturno y descreído.

    De pronto, en internet empiezan a aparecer extraños vídeos amenazantes –en uno de los cuales se guillotina al ministro Juge– con unos enigmáticos símbolos geométricos. Y la violencia pasa del mundo virtual al real: la explosión de un carguero en A Coruña, un atentado contra un banco de semen en Dinamarca y el sangriento ataque a una embarcación de migrantes en las costas de las islas Pitiusas. ¿Quién está detrás de estos hechos? ¿Grupos antiglobalización? ¿Fundamentalistas? ¿Acaso satanistas?

    Mientras Paul Raison indaga lo que está sucediendo, su relación matrimonial se descompone y su padre, espía jubilado de la DGSI, sufre un infarto cerebral y queda paralizado. El hecho propicia el reencuentro de Paul con sus hermanos: una hermana católica y simpatizante de la ultraderecha casada con un notario en paro, y un hermano restaurador de tapices casado con una periodista de segunda fila amargada y de colmillo retorcido. Y además Paul deberá enfrentar una crisis personal al serle diagnosticada una grave enfermedad...



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