El silencio de las sirenas
El
silencio de las sirenas – (Franz Kafka)
Corto de café: Acompañado de una buena música de
fondo.
La odisea de viajar
“Para
salvarse de las sirenas, Odiseo se metió cera en los oídos y se hizo forjar al
mástil”.
No hace falta utilizar ningún truco, porque el canto de las sirenas lo traspasaba todo, sin embargo a Odiseo eso no le importó nada, tirando para adelante con un par de narices. Pero porque aquí vuelve a surgir otro pero, las sirenas tenían aún un arma mucho más poderosa que su canto, y ese era el silencio, puede haber personas que hayan tenido la gran suerte de salvarse de su peligroso viaje en esa odisea de trayecto, pero no podían liberarse de su silencio.
Odiseo
no escuchó “el silencio de las sirenas”. Hay muchas formas de seducir, hay
muchas formas de engañar. En esos casos (cuando ocurran), al igual que hizo
Odiseo, pasemos de largo, hagamos oídos sordos a esos cantos que quieren que
nos estrellemos contra las rocas, porque todo en esta vida es una ilusión.
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