La sociedad del cansancio
La sociedad del cansancio – (Byung
Chul Han)
Largo de café: de paradigma en paradigma…
Animal
laborans
“El
sujeto de rendimiento es más rápido y más productivo que el de obediencia”.
Hay autores que gustan al gran público, hay autores que caen de pie y las teorías que comentan por muy extrañas que parezcan calan en la gente, y las editoriales se frotan las manos porque venden sus libros como churros en la entrada/salida de cualquier Carrefour del mundo, o en una de esas ferias que molan tutiplén, donde el paradigma pasa a convertirse en palabras de Dios, y eso ocurre con el protagonista de la entrada de hoy, el coreano Byung Chul Han, que ha caído en gracia pese a que sus opiniones son comparables a los premios literarios, discutidas y discutibles.
En un mundo
lleno de tecnología, donde el superdesarrollo siempre está llamando a tu
puerta, donde la competitividad, la producción, los resultados junto con
los beneficios están a la orden del día, sin olvidarnos que también estamos
ante la sociedad del tiempo libre, el autor de este ensayo dice que estamos
cansados, que somos positivos con el sistema porque nos hemos convertido en esclavos
del mismo, que nosotros mismos somos esclavos de nosotros mismos,
que hemos olvidado lo que es el descanso y pasamos de largo por lo que él
considera vida contemplativa, que debemos aprender que es la negatividad
y saber decir NO, y deja bien claro, repitiendo hasta la saciedad que “la
sociedad occidental está sufriendo un silencioso cambio de paradigma: el exceso
de positividad está conduciendo a una sociedad del cansancio”, pero se
olvida de una cosa, no hacer nada también cansa, hay que joderse.
“El
deprimido no está a la altura, está cansado del esfuerzo de devenir él mismo”.
Somos seres
disciplinarios con la sociedad, algo que nos va a conducir al fracaso y a la
depresión, pero todo es cuestionable, yo creo que los individuos no decidimos
voluntariamente ser explotados, eso cae de cajón, ni somos verdugos ni somos
víctimas. Comenta que si “jugásemos” más y trabajáramos menos produciríamos
más, eso tampoco es creíble, no creo que como seres humanos -salvo
excepciones- estemos aplazando continuamente el ocio.
Desde su
punto de vista somos ‘Prometeos’ que nos autoexplotamos y nos autoexigimos
mucho, olvidándonos de que nuestro cansancio puede ser curativo, además, la otredad
también es importante, porque tendría un proceso inmunitario en nuestra
persona, fortaleciendo las defensas orgánicas del maltrecho cuerpo que
portamos, es como una especie de vacuna que nos alejaría de la superproducción,
y yo le haría la siguiente pregunta. Si no producimos, si no trabajamos. ¿Cómo
se levanta un país? ¿Qué dejaremos a las generaciones futuras? Eso también es
violencia, eso también es estupidez, ya que el dice y considera que la positivización
del mundo permite la formación de nuevas formas de violencia, algo que nos
llevaría a la saturación, debido a que somos esclavos del rendimiento, al ser
sujetos de rendimiento y no de obediencia -eso ya pasó a la historia-.
“El hombre depresivo es aquel animal laborans que se explota a sí mismo, a saber: voluntariamente, sin coacción externa”.
Como sujetos de rendimiento (y lo que nos queda) nos encontramos en guerra con nosotros mismos, y el depresivo es el inválido de esta guerra interiorizada, al ser soberanos y gobernantes de nuestra persona, maximizando el rendimiento al máximo, siendo víctimas y verdugos, camino de la regresión, algo que también podría ser criticable
“Quien se aburra al caminar y no tolere el hastío deambulará inquieto y agitado, o andará detrás de una u otra actividad”.
Considero
una lástima perder el tiempo miserablemente y al contrario de lo que el autor
opina (tengo una TDHA) no me considero un enfermo de esta sociedad para nada,
la estupidez humana si es una enfermedad, una idiocia bastante contagiosa. No
creo que por falta de sosiego esta civilización desembocará en una nueva
barbarie, otra cosa más no soy hiperneurótico.
“El animal laborans tardomoderno está dotado de tanto ego que está por explotar, y es cualquier cosa menos pasivo”.
P.D. El rendimiento y la actividad
siempre ha existido, y el aislamiento viene por otra serie de conflictos, no
exclusivamente por el exceso de trabajo. La vida no es para nada desnuda, está
vestida con el traje que tú le quieras poner.
Club
de Lectura Once-Asturias
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