El evangelio de Judas

 

El Evangelio de Judas

 

Explorando la historia, investigando entre viejos manuscritos

 

“Tú serás el decimotercero, y serás maldito por generaciones y vendrás para reinar sobre ellos”.

 

   En este extraño mundo tiene que haber de todo, parece ser que cada uno de nosotros, sin excepción cabemos dentro de esta amalgama que ocupa el llamado planeta azul, y entre estos estaban los cainitas, unos personajes que como su nombre indica tenían una santa devoción a Caín, tan solo (según ellos) por el simple hecho que fue reprobado por Dios, y estos “sectarios”, entre los libros que leían, estaba el protagonista de hoy, ‘El Evangelio de Judas’.

   Mirando hacia atrás en el tiempo diremos que deploraban al pobre Abel por su debilidad, admiraban a Esaú, un elemento que vendió su primogenitura por un plato de lentejas, o a un tal Korah, otro que tal baila, que se levantó en rebelión contra su caudillo, Moisés, por tanto no es de extrañar que, tuvieran este texto como libro de cabecera.

   Según algunos, la ‘traición’ de Judas fue debida a que Jesús quería destruir la Verdad, otros más extremos (bastante) comentan que fue debido a que las llamadas potencias o fuerzas celestiales tenían otros planes en mente, no querían ser vencidos al cumplirse los planes de Jesús para la humanidad, no querían que Jesús sufriese el calvario que sufrió, no querían la salvación de la humanidad mediante su sacrificio en la cruz, por tanto para ellos, Judas era un auténtico héroe.

  Este libro se creía desaparecido, pero como todo en la vida, no fue así, apareciendo en la década de los años setenta del siglo pasado en Egipto. Conocido como códice Tcharcos, supuestamente es una traducción de un original griego, del cual no se conserva ningún ejemplar. Según este evangelio, Judas no era ningún traidor, sino el discípulo favorito de Jesús, que le entregó a la justicia romana en cumplimiento de un plan divino, previsto nada más y nada menos que por el propio Jesús.

Judas no fue el traidor que vendió a Jesús por unas monedas, sino el discípulo privilegiado al que encarga la misión más difícil, sacrificarlo

(Imagen: National Geographic)

  Los investigadores comentan que todos estas ideas son debido a errores de interpretación, otros sin embargo, dicen lo contrario. Son unas siete páginas que se encuentran en bastante deterioradas.

 Al examinar (leer) este evangelio Jesús se ríe con frecuencia de los malentendidos y de la devoción de sus discípulos, creyendo que es un superficial, riéndose además de la ignorancia ajena, y el único que no se enfada ante esta situación es Judas. Jesús cree que Judas superará a todos los apóstoles.

  En este texto gnóstico, porque no tiene nada que ver con los cuatro evangelios conocidos, considerados como oficiales,  y tampoco pertenecientes a la fe cristiana, es muy particular. En este evangelio, (por llamarle de alguna manera) Jesús agradece a Judas su traición, porque por fin se liberará del cuerpo terrenal y así podrá volver al reino celestial que tanto ansía.

  Ireneo de Lyon, en el año 180 de nuestra era, ya escribió en contra de este texto y de los cainitas, verdaderos rehabilitadores de villanos. Recalcar que este libro es apócrifo, porque no está incluido en el canon de la Septuaginta, ni en ninguna versión de la Biblia utilizado por los diferentes grupos cristianos de la actualidad.