Los gatos de Ulthar

 


Corto de café: En la mente de Lovecraft

 

    Un día más seguimos intentando introducirnos en la tenebrosa mente de H.P. Lovecraft, esta vez con un relato muy al estilo del autor, una narración de corte fantástico y, publicado originalmente en 1920.

    En un extraño lugar llamado Ulthar, un pequeño pueblo perdido en la imaginación de Lovecraft, existe una prohibición: no se puede matar a los gatos. El relato corre a cargo de un anónimo narrador que acompañado de su gato, nos cuenta la historia, el motivo por el cual en Ulthar, se promulgó tal ley.

     Tiempo atrás, porque todo sucede tiempo atrás, vivían en el pueblo un matrimonio de ancianos con una rara manía, todo gato que se extraviaba y caía en sus dominios lo mataban. Nadie les decía nada porque les tenían miedo, debido a los aullidos que emitían los gatos cuando caían en sus manos y eran asesinados, así que, tenían tanto pánico a las represalias que podrían tener que callaban la boca, además, comentaban entre ellos que estaban locos de atar, hasta que un día llegó a la villa de Ulthar una extraña caravana de vagabundos, donde estaba un niño huérfano, que tan solo tenía por familia a un gato, que como estáis imaginando, desapareció de la noche a la mañana, sin dejar rastro alguno. Todo el mundo no tuvo ninguna duda y pensó lo mismo, han sido los ancianos, pero lo que los habitantes del pueblo no sabían era que, las consecuencias de tal acto o desaparición, serían terribles…

      El relato está escrito de tal forma que al final uno tiene una duda. ¿Es una historia salida del puño y letra de Lovecraft o tal vez sea una leyenda? Alguno de sus fans, los seguidores más acérrimos del mismo, le piden algo más de terror al asunto de los gatos.



Ultílogo:

      En mi opinión el relato da para mucho, con los gatos, animal que gustaba mucho a Lovecraft como protagonistas. Hay muchas clases de miedo y este, para mí es de tipo sicológico, venganza gatuna incluida, un terrible destino que ellos mismos (los ancianos matarifes) se habían buscado.

     Una cosa más, recordar que en la antigüedad (mitología) consideraban a los gatos como animales de mal augurio. Finalizando ya con estos horribles maullidos incesantes escritos en la entrada de hoy, en esta silenciosa bitácora que nadie lee, Ulthar es esa población de casas pequeñas y empedradas que quedará para siempre en nuestra memoria, donde el misterio de su extraña ley protegiendo a los gatos estará presente en sus calles.

   Un relato Lovecraftiano un poco alejado de lo que nos tiene acostumbrados, sin alienígenas, sin colores que cayeron del espacio, sin seres extraños adorados por sacerdotes aún más extraños, junto a un animalario personal que ha aterrado a sus miles de lectores por cualquier parte del mundo, porque el miedo y, más aún, el miedo de Lovecraft, no conoce idiomas, ni religión, aunque él haya creado la suya propia.


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