Las campanas

 




Las campanas– (Charles Dickens)


 

Corto de café: Un cuento de Navidad en cualquier ciudad del mundo…


 

El recadero del pueblo

 

“No eran campanas mudas. Demasiado enérgicas incluso para doblegarse a los caprichos del viento, luchaban valientemente contra él, y, triunfando contra su soplo adverso, iban, majestuosas y alegres, a herir un oído atento, cuando deseaban ser oídas en las noches de tormenta por alguna pobre madre que velaba a su hijo enfermo, o por alguna mujer solitaria cuyo marido se hallaba en alta mar, y tan claramente, que sus carillones habían batido alguna vez las furias de la borrasca. Así lo afirmaba Toby Veck, pues aunque lo llamaran Trotty Veck, su nombre era Toby, y, sin un acta especial del parlamento, no se hubiera permitido a nadie cambiar su nombre de Tobías. Sea lo que sea que dijera Toby Veck, lo mismo digo yo. Y me pongo al lado de Toby Veck, a pesar de que permanezca en pie todo el día –una actitud fatigosa, por cierto– junto a la puerta exterior de la iglesia. En efecto, Toby Veck era mandadero, y aguardaba allí los encargos”.


   En esta época de villancicos, buen rollo y reuniones familiares al calor del hogar no podía faltar un buen cuento navideño, un relato, corto de café a cargo del rey de la Navidad, con permiso claro está de Papá Noel, que en ocasiones pasa a estar en un lugar secundario, una segunda posición que puede no le guste mucho.

  En ‘Las campanas’ nos vamos a encontrar con una narración donde va a predominar la fe, es decir confiar en uno mismo, y que, si tenemos fe en nosotros mismos y en las personas que nos rodean muchos de nuestros sueños se pueden cumplir. Este cuento, que podemos calificar como navideño, también ha sido titulado como ‘Los carrillones’ y ‘Las campanas, un cuento de duendes’, recordar que los duendes también son amigos de Dickens al igual que sus famosos fantasmas. Fue publicada en el ya lejano 1844 (aunque ese año prácticamente esté a la vuelta de la esquina).

   Dickens se inspiró para ‘construir’ su cuento cuando se encontraba de vacaciones en Italia, y un día descubrió el sonido de las campanas de Génova, que se escuchaban desde el lugar donde estaba alojado, dividiendo el libro en cuatro capítulos, como si fueran los cuartos de hora que suenan en un reloj, no está nada mal la idea. Un asunto más, económicamente hablando, fue todo un éxito para el señor Dickens.

Ultima verba:

    En resumidas cuentas, una historia que comienza el día de San Silvestre, un 31 de diciembre, fecha en la cual hay gente que no lo pasa bien porque tienen muchas necesidades, algo que Dickens siempre denunció en sus novelas. Trotty Veck (el recadero del pueblo) hombre ya entrado en cierta edad, se encuentra con su hija, que le comunica que quiere casarse el día de Año Nuevo, pero alguien que pasaba por la calle y escucha la conversación le quita la idea de la cabeza, comenzando la trama de este hermoso cuento dickensiano, que no tendrás más remedio que leer.

    Trotty Veck fue ayudado por unos pequeños fantasmas, junto a unas campanas que querían predecirle el futuro que podría tener, dependiendo del camino que él quisiera tomar, que también concernía a su querida familia. Un futuro que podía ser muy claro si tenían bien presente una cosa, debían de tener fe en el futuro, confiando en que todo va a salir bien, y sobre todo que la felicidad no es jerárquica, pues ella no entiende de estatus social.



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