Una velada en la librería Morisaki

 

Una velada en la librería Morisaki – (Sathosi Yagisawa)

 

Largo de café: La importancia de los libros y la literatura en la vida de las personas.

Un viaje por las entrañas de Jimbocho

 

“Tokio. En Jimbocho, el barrio de las librerías más grande del mundo, los días transcurren con tranquilidad. En las callejuelas alejadas del tráfico, la gente pasea curioseando entre centenares de libros, cómics, guiones de cine e incluso mapas antiguos: hay variedad para todo tipo de lectores”.

 

   Cuando uno empieza a leer estar historia y se pierde entre las páginas del libro, lo primero que se va a encontrar es con la calma, esa paz y tranquilidad tan típicas del Japón, donde la vida, a pesar de esa falsa prisa con la que viven (siempre desde mi visión personal del país), el sosiego interior domina cada uno de los sentidos, de los pasos que da en su vida cualquiera de esta gente, que vive tan alejada de nosotros y con un punto de vista bien diferente del nuestro, donde todo tiene un sentido, donde todo tiene un porqué.

“Es una librería de segunda mano llamada Morisaki, especializada en literatura de comienzos de la Modernidad japonesa”.

  Y de fondo, como si fuera el Fujiyama, siempre nos encontraremos con el mismo paisaje, con la librería de Satoru Morisaki, la auténtica protagonista de esta lectura, donde todo gira en su interior y también alrededor suyo, donde una serie de personajes irán construyendo una historia muy feel good, muy buen rollista, que supura muy positivamente sobre las dificultades que hay que superar en el despertar diario, que cada uno de nosotros se va encontrando a lo largo de su existencia, mientras día a día vamos tirando por el llamado ‘carro de la vida’, instantes de lloros, penas y tristezas que rebasaremos si tenemos fe y persistencia en aquello que hacemos.

“Una librería es un lugar que vende libros a la gente que los necesita”.

Sathosi Yagisawa, ganador del premio literario Chiyoda y autor de esta bonita historia de superación  personal

  Libros y más libros, relaciones que se van tejiendo a lo largo de la pequeña librería, acompañada de un viaje romántico y esas extrañas relaciones (también problemasde sociabilidad) que suelen tener de vez en cuando esos lejanos amigos que residen en la tierra del sol naciente. Unas relaciones (vuelvo a repetir esta palabra) que unirán para siempre a todos aquellos seres que pululan por esta conocida librería del famoso barrio de Jimbocho.

(Dicen que sumando todas esas tiendas la cifra supera las ciento setenta).