Retrato de mi doble
Retrato de mi doble – (George Márkov)
Recomendaciones
literarias (25):
Un peligroso juego de naipes
Este conocido escritor búlgaro que
desertó de su país en el año 1969, cuando pertenecía al bloque de la antigua U.R.S.S.,
el denominado “El pacto de Varsovia”, fue el valiente hombre que se
opuso al régimen totalitario existente en Bulgaria, convirtiéndose en un alma
disidente, en un outlaw -un fuera de la ley- de cuidado, pasando a
ser (catalogado) como persona peligrosa
para las autoridades de la época, algo que le trajo fatales consecuencias.
Un 7 de septiembre
de 1978, cuando estaba esperando el autobús en el famoso puente de Waterloo, en
el mismo centro de Londres sintió un pinchazo en la parte trasera de su muslo derecho,
no se trataba de una lesión. Al girarse comprobó como un hombre se alejaba de
él cagando leches, intentando pasar inadvertido entre la multitud, llevando un
paraguas en la mano, para introducirse en un taxi, escapando del lugar de los
hechos con la velocidad del rayo.
Georgi
Márkov que en aquellos tiempos trabajaba como periodista para la BBC, no le dio
la importancia adecuada en ese momento, asistiendo al trabajo como un día
cualquiera, pero lamentablemente surgió lo inesperado, o no, fallecía cuatro
días después envenado con ricino, no cabía ninguna duda que el gobierno búlgaro
estaba detrás de tan cobarde asesinato, seguramente por desertor o traidor a
los principios básicos del país, algo que para ellos era imperdonable, y que
tenía que pagar por ello.
Al exponer la realidad de lo que ocurría en Bulgaria le expuso a otros problemas, como por ejemplo estar en el ojo del huracán, en ser señalado como un hombre al que había que ajustarle las cuentas, un personaje a eliminar y, al contar la verdad lo pagó con su vida. En el hospital de St. James no pudieron hacer nada por mejorar la situación, y los servicios secretos cumplieron a rajatabla su cometido, al médico le dijo las siguientes palabras, algo que no olvidaría en su vida: “Me envenenó la K.G.B. y no hay nada que usted pueda hacer”.
Según comentan los expertos, en plena guerra fría, el ricino es el veneno perfecto para eliminar silenciosamente a un enemigo, o a cualquier otra persona que no queremos que abra la boca más de la cuenta. Un montón de años después de estos hechos, sigue sin haber un antídoto para el ricino y, sigue sin aparecer el culpable/es de tal vil asesinato, pero… tampoco podemos olvidar una cosa. Ciertos gobiernos siguen utilizando el veneno para eliminar, deshacerse de aquellos que están considerados non gratos. Una vez puestos en antecedentes pasamos a resumir o relatar el argumento de esta obra editada por Siruela, que mantiene vive memoria de Georgi Márkov.
Argumento:
Aunque ilegales, las partidas de póquer siguen siendo uno de los entretenimientos preferidos en las madrugadas de la Bulgaria de 1960. El narrador —un descreído y cínico periodista— ha diseñado junto a su compañero un intrincado sistema para desplumar a sus rivales durante la timba, una estrategia no muy diferente a la de escribir para la prensa deslumbrantes perfiles de los épicos trabajadores socialistas. Ambas son un producto de la hipérbole y la ilusión, un juego de manos sin escrúpulos ni concesiones, con la victoria como objetivo incuestionable.
El conflicto entre la libertad individual y la garra de acero del sistema produjo en el bloque soviético una tensión que, en palabras del nobel Czeslaw Milosz, solo era posible sobrellevar mediante el ketman: esa habilidad psicológica para representar con fervor una identidad en público mientras se mantiene otra radicalmente opuesta en privado. Nunca el distanciamiento de Márkov respecto a la corrupción y los absurdos del régimen comunista búlgaro alcanzó mejor expresión que en esta atmosférica obra maestra de la novela breve.
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