Circe o el placer del azul

Circe o el placer del azul – (Begoña Caamaño)

 

Largo de café: paseando por un Oikos griego.

 

            El azul significa sufrimiento para los griegos.

 

Circe, ’ feminismo puro’

   

   Si tengo que ser sincero diré que no sabía la manera de como empezar esta reseña, ya que ha sido una lectura que no me ha gustado nada, sin embargo para mis compañeras del club de lectura ha sido todo lo contrario, encontrándome un poco raro durante la reunión mensual, donde solemos comentar dicho título. También diré que, y en esto estoy últimamente muy repetitivo que un libro me tiene que transmitir y transportar. Transportar si que me transportó, pues me veía en una isla griega, administrando mi Oikos, pero lo que es transmitir, ni fu ni fa, quedándome como al principio de la primera página, es decir en nada, un intercambio epistolar que aunque haya gustado a la mayoría del publico lector, a mí me ha aburrido bastante, e incluso me hizo divagar de tal manera, que decidí leer al mismo tiempo otros autores más atrayentes para mis eclécticos gustos.

Circe, la divina diosa...

  Los mitos están para desmitificarlos, y sí me ha gustado ver a ese pelanas de Ulises bajado del pedestal, un innombrable que representa -y sigue representando- el poder masculino, se mire por donde se mire, que no quiere perder los privilegios típicos de su género pese a quien pese, donde vemos página a página el empoderamiento de Circe, junto  al despertar de Penélope ante el sistema que le tocaba vivir, con un marido desaparecido, ausente y reacio a asumir sus responsabilidades, por eso yo no prefiero la astucia de este sinvergüenza, prefiero mil veces la valentía de Aquiles.

  Un relato que resalta la concienciación de la mujer, y que es más fácil de escuchar y leer ahora que en tiempos pasados, donde el sexo femenino siempre estuvo relegado a un segundo lugar. Me gusta ese paralelismo que hace de Penélope no como reina sino destacando su arduo trabajo de ama de casa, eficiente administradora de la casa de Laertes, otro irresponsable, con un comportamiento poco creíble, suponiendo que el jeta de Ulises evita tomar el poder al ver el comportamiento de su padre.

Begoña Caamaño, la autora del relato de hoy

  El libro es reiterativo, y en él hay puntos que se podrían haber sintetizado, además, no toca el tema, que podía haberlo hecho (y esto que voy a comentar es meterme en un buen berenjenal), de las mujeres que utilizan a los hombres como sementales. La relación epistolar entre ambas las enriqueció bastante, encontrándonos con una visión muy de hoy, y esa correspondencia la veo muy actual, todo en esta vida puede ser posible, nunca nos debemos de guiar por los roles establecidos.

   Circe al ser diosa tenía una visión de la vida muy diferente de Penélope que era una simple mortal, y esta historia -su originalidad- muestra un lado diferente de la historia nunca visto, ni mostrado hasta ahora. Es una visión moderna del “desencantamiento” del mundo, de la desmitificación de la magia. Dejo la pregunta para el final. Circe ¿es inmortal de verdad?

Club de Lectura Gijón-Sur