Café en suspenso
Minicuentos (1): En compañía de José Saramago
Tomando un café en Nápoles
Empezamos esta sección con el premio
Nobel portugués José Saramago, que destacó por el uso del estilo oral muy propio
de los cuentos populares, de ahí que salga por estos lares, el territorio de la
silenciosa bitácora que nadie lee, y que los espíritus literarios mantienen en
el éter.
En Nápoles existe la costumbre de
mandar traer un café y pagar más de lo que se consumió. Por ejemplo, cuatro
personas entran, se sientan, piden cuatro cafés y dicen: “Y tres más en suspenso”.
Pasado un rato, aparece un pobre a la puerta y pregunta… “¿Hay algún café en
suspenso?”. El empleado mira el registro de los adelantados, verificando el
saldo y dice, sí. El pobre entra, bebe café y se va, supongo que agradeciendo
la caridad.
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