El aristócrata solterón
El aristócrata solterón – (Arthur
Conan Doyle)
Corto de café: La extraña huida de la novia.
Una novia a la fuga
“Hace
ya mucho tiempo que el matrimonio de lord St. Simon y la curiosa manera en que
terminó dejaron de ser temas de interés en los selectos círculos en los que se
mueve el infortunado novio. Nuevos escándalos lo han eclipsado, y sus detalles
más picantes han acaparado las murmuraciones, desviándolas de este drama que ya
tiene cuatro años de antigüedad”.
Introductio:
No
se si estoy pasando una mala racha, que me hago mayor (esto es lo más probable),
o que me aburren las aventuras de antaño en las cuales participaba nuestro conocido
y favorito detective, ese Sherlock Holmes al que nada se le escapaba, al que
nada se le resistía, porque en este repaso que de vez en cuando hago -escogiendo
sus casos al azar- del gran maestro de la investigación deductiva, (eso sí,
único e insuperable en su género) no encuentro sustancia alguna, como sucede en
este caso del ‘aristócrata solterón’, que me parece de una simpleza y
pacatería terribles -eran los tiempos-, pero que ahora han perdido toda
su atemporalidad.
Ultílogo:
A menudo hecho de menos mi inocencia de antaño, a menudo me acuerdo de cómo me gustaban aquellas aventuras del detective de la sempiterna pipa, junto a su inseparable amigo el Dr. Watson, lances en los cuales ninguno me parecía malo, todos eran perfectos e insuperables, pero la vida no es un anuncio de colonias donde la existencia de uno es bella, digna de la mejor fotografía, Sherlock tuvo su espacio, tuvo su época, y ahora… hay veces, ocasiones en que me aburre bastante, aunque esto sea pecado decirlo, y más aún escribirlo.
“Podría haber resultado difícil, pero el amigo Lestrade tenía
en sus manos una información cuyo valor desconocía. Las iniciales, desde luego,
eran muy importantes, pero aún más importante era saber que hacía menos de una
semana que nuestro hombre había pagado su cuenta en uno de los hoteles más
selectos de Londres”.
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