Soledad
Soledad - (Guy de Maupassant)
Corto
de café: Un paseo nocturno por los Campos Elíseos.
Confesiones bajo el cielo estrellado de París
“Y
allí nos fuimos, siguiendo lentamente el largo paseo bajo los árboles, aún
apenas cubiertos de hojas. No se oía ningún ruido, salvo el murmullo confuso y
continuo de París. Una brisa fresca nos acariciaba el rostro y la legión de
estrellas esparcía sobre el cielo negro un polvo dorado”.
Los paseos nocturnos en la capital del amor, dígase París dan para mucho, sobre todo cuando dos amigos se sinceran y comentan sobre la existencia, sobre el día a día de sus vidas, en especial uno de ellos que tiene clara una cosa, pese a todo lo que nos rodea, pese a que tengamos una buena compañía ‘en el fondo estamos solos’. No importa que seamos correspondidos, de la forma que sea, eso da igual, ni a quien tengamos a nuestro lado, porque al final no tenemos comunicación, no empatizamos, no socializamos lo suficiente como para entender a nuestro prójimo, y la verdadera conexión entre los seres no existe, se ha volatilizado.
¿Suena esto de algo? Yo creo que sí, entre tanta pantallita, aplicaciones gilipollas para el móvil y redes sociales, estamos perdiendo el rumbo, estamos alejándonos de algo tan importante como es la comunicación cara a cara, ese "tête-à-tête" que muy pronto pasará a la historia, conversaciones como la de nuestros dos amigos en el relato, que pronto, muy pronto, dejarán de existir.
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