El hombre que se disfrazó de bailarina
El hombre que se disfrazó de bailarina – (Anónimo hindú)
Minicuentos
(32): Una excelente bailarina.
La fastuosa fiesta
Cuando estamos en apuros dicen que se agudiza el ingenio, cuando estamos en aprietos la improvisación puede ser una de nuestras mejores armas, cuando las dificultades vienen sin esperarlo tenemos que actuar con ojo, cuando no se quiere desairar al rey, y este tiene muy ‘malas pulgas’ hay que andarse con mucho cuidado, pues podemos meternos en un lío de narices, del cual va a ser muy complicado salir. Los protagonistas del relato vivieron un situación muy parecida a esta que os acabo de contar, esto fue lo que pasó y sucedió.
Una fastuosa fiesta se celebraba en
la corte real. El monarca esperaba con ansiedad el momento de la danza, pues
era muy amante de la misma.
Quedaban unos minutos para que
tuviera lugar la representación, cuando la bailarina enfermó de gravedad. No se
podía desairar al rey, así que se buscó afanosamente otra bailarina para
sustituir a la enferma, pero sucedió que no pudo ser hallada ninguna. El
carácter del rey era terrible cuando se enfadaba. ¿Qué se podía hacer?
Uno de los ministros resolvió elegir
a uno de los sirvientes y se le ordenó que se disfrazara de bailarina y bailase
ante el rey. El sirviente se disfrazó de bailarina, se maquilló minuciosamente
y danzó con entusiasmo ante el monarca. El rey, satisfecho, dijo:
-Aunque en algunas actitudes es un
poco varonil, se trata de una gran bailarina. Me siento complacido.
La pregunta es: Mientras el sirviente interpretaba a
la bailarina, ¿dejó de saber que era un hombre?
Nadie podría contestar, excepto él.
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