La estrella
La estrella – (Arthur C. Clarke)
Corto
de café: Un apasionante viaje hacia la Nebulosa del Fénix.
Entre la ciencia y la fe
“Hay tres mil años luz hasta el
Vaticano. En otro tiempo creía que el espacio no podía alterar la fe; y lo
creía al igual que consideraba fuera de duda el que los cielos cantaran la
gloria de la obra de Dios. A la sazón he visto esa obra y mi fe se encuentra
considerablemente minada.
Contemplo el crucifijo que pende en
la pared de la cabina sobre el computador Mark VI y por primera vez en mi vida
me pregunto si no será un símbolo vacuo”.
La historia se desarrolla durante unos tiempos muy futuros, tan futuros que los viajes y misiones espaciales están a la orden del día, siendo en uno de ellos, el que se realiza a la conocida Nebulosa del Fénix, cuando el responsable de la misma (astrofísico) que es un sacerdote jesuita entra en una grandísima crisis de fe, que rompen todos los cimientos en los cuales sustentaba sus creencias, porque sus descubrimientos ponen en tela de juicio los dogmas y afirmaciones religiosas que se daban por sentadas hasta ahora.
Allí
descubren los restos de lo que fue una antigua civilización que fue aniquilada
cuando su estrella se convirtió en supernova. Habían construido una bóveda que
contenía todos sus recuerdos, el legado de siglos de historia y
descubrimientos, un fondo cultural que querían salvaguardar, porque sabían que
se aproximaba el fin su civilización, que produciría un gran cataclismo, una
tremenda explosión que llegaría a ser vista en la Tierra, y esta no era ni más
ni menos que la misma estrella de Belén, famosa luminaria que guió a los
reyes magos hasta el famoso portal, en aquella ciudad de Palestina, muy cercana
a Jerusalén.
El jesuita impresionado ante tal descubrimiento se pregunta el por qué de ese hecho, el motivo por el cual Dios permitió tal acontecimiento, poniendo en duda la justicia divina, al permitir el “Creador” un símbolo de destrucción de toda una era, de toda una civilización para reseñar, para mostrar el momento en el cual nacía su hijo.
Ultima verba:
Antropológicamente hablando siempre
se ha dicho que una civilización pasa por tres fases, magia, religión y
ciencia, siendo en este último apartado donde Arthur C. Clarke desarrolla esta
magnífica historia, que fue premio Hugo en 1956 (al mejor relato corto), siendo incluida en la
colección de cuentos “The other side of the sky”, pertenecientes al
mismo autor.
Una misión
espacial a tres mil años luz de la tierra que trae de cabeza al narrador del
relato, un astrofísico con tremendas dudas ante el descubrimiento realizado,
que debe ser conocido por las gentes de todo el planeta, y que no deja en buen
lugar a la religión, en especial a la fe que él procesa, surgiendo de esta
forma la gran pregunta que plantea al autor de esta singular historia. ¿Pueden
coexistir al mismo tiempo la ciencia y la religión?
Un símbolo, la estrella de
Belén que en realidad no es un signo de paz, sino más bien un símbolo de
destrucción, algo que hunde moralmente al sacerdote jesuita. Una extraordinaria
historia que solo podía salir de la pluma de Clarke, como no podía ser de otra
forma.
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