La historia de los vertebrados

 

La historia de los vertebrados – (Mar García Puig)

 

 

Largo de café: “Cuando el diablo se ha instalado en tu casa”.

 

Una locura puerperal

 

En 1942, la poeta Silvia Mistral escribió después de parir a su hija: “He vuelto de la muerte y no he rezado a Dios”. Yo tampoco recé a Dios, pero de la muerte volví solo a medias”.

 

Scriptum:

   Es de una valentía increíble que la autora se haya arriesgado, atrevido con un tema tan poco comercial y original para ser valorado editorialmente en una futura o posible publicación, cómo es la depresión postparto, aquella que en tiempos victorianos era llamada ‘locura puerperal”, que tantos estragos hizo (sobre todo para mal, debido a sus desastrosos tratamientos) en aquella sociedad encasquetada en unos sobrios y falsos principios, y sobre todo peor moral, por mucho que intentaran disimularlo, donde la mujer siempre ocupaba un segundo plano en todos los aspectos, donde era alienada cada dos por tres, con la obligación de agachar siempre la cabeza y obedecer, menos mal que en ese aspecto los tiempos han cambiado, pero para bien, donde la mujer va ocupando el lugar que siempre le ha pertenecido, correspondido, el de ser un igual, sin ningún tipo de limitación.

En el S.XIX, un legislador de Massachussets proclamó: “Conceded el sufragio a las mujeres y tendréis que construir manicomios en todos los países y establecer un tribunal de divorcios en cada ciudad. Las mujeres son demasiado nerviosas e histéricas para entrar en política”.

(Ver para creer, pero era la pura realidad) 

  Alguien, en la famosa y colapsada red de redes, gran foro de opinión mundial calificó la maternidad y el libro reseñado hoy de la siguiente manera, con una frase que no tiene desperdicio, ‘como ser mamá y no morir en el intento’, más aún si de golpe y porrazo una se convierte en madre de mellizos, (responsabilidades laborales aparte) con todo lo que ello implica, donde las mariposas, el trinar de los pajaritos y la poesía del momento ha desaparecido por completo.

Mar García Puig, la autora de este original relato, que se convierte en "la voz de todas aquellas mujeres que no tienen voz..."

   La construcción del libro tiene de fondo un gran trabajo que no se ve, como es la investigación e información que hay detrás del mismo, con cajas, ficheros bien garabateados y repletos de los datos necesarios para su publicación, y que éste tuviera una base en que sustentarse, donde según palabras de la propia autora se iban amontonando poco a poco en su casa, con la correspondiente pérdida de espacio.

“Cuando se produce la locura puerperal, la paciente” blasfema, grita, recita poesía, suelta obscenidades y monta tal alboroto, que parece que el diablo se ha instalado en casa”.

Hay que joderse -con perdón- algunos doctos en la materia pusieron coto a estas mujeres, encerrándolas dentro de sí mismas, quitándolas de las dos esferas posibles que tenían de socialización, tanto cara al exterior como en la familia, mientras tanto ellos… campaban a sus anchas.

   Tengo que decir que hay momentos en que no empatizo con ella, porque resulta algo pesada, erre que erre con algunos ‘temas’, que ni van ni vienen para el devenir de la historia, pero cuando sale del bucle vuelve a coger ese ritmo que no debería de haber perdido, imbuyéndote de lleno en el relato, que contiene muchos tintes victorianos, en esa maternidad que te roba la cordura, una maternidad -un verdadero don- en la que los padres nos tenemos que involucrar más, mucho más, porque tener hijos siempre ha sido cuestión, una responsabilidad de dos.

Ultima verba:

   Un libro escrito y redactado a partir de la experiencia personal de la autora, que le hace tener más peso, ya que no está contada por terceras personas, algo que podría desvirtuar la historia. Una realidad hecha realidad, una verdad contada a voces, y que ha sido acallada entre los tiempos de los tiempos, pero que gracias a la pluma de Mar García Puig ahora puede ver la luz.

Club de Lectura Gijón-Sur