Cuento de Navidad
Cuento de Navidad – (Guy de
Maupassant)
Corto de café: Un suceso muy extraño.
El
doctor Bonenfant
El
doctor Bonenfant forzaba su memoria, murmurando:
—¿Un
recuerdo de Navidad?… ¿Un recuerdo de Navidad?…
Y,
de pronto, exclamó:
—Sí,
tengo uno, y ciertamente muy extraño. Es una historia fantástica, ¡un milagro!
Sí, señoras, un milagro de Nochebuena.
Introductio:
Guy de Maupassant escribió sobre unos 300 cuentos, relatos que nos gusta reseñar por aquí, eso no vamos a negarlo, en esta silenciosa bitácora que alguno de vosotros leéis, y es uno de los escritores más importantes de la escuela naturalista, cuyo máximo representante es Emile Zola. Tengo que decir una cosa, este hombre debía de ser demasiado bueno, pues era admirado por Chéjov, el cuentista por naturaleza.
Recordar,
que el naturalismo estaba emparejado con el realismo, por tanto, eran primos
hermanos. Recreaban la realidad con gran objetividad, y en España tenemos a una
gran representante que, además, es una de las heroínas de nuestro blog, doña
Emilia Pardo Bazán.
Maupassant
era un dios humano, como lo era Maradona, y el antes mi admirado Bukowski.
Abusaba de las drogas, el éter, la cocaína, que potenciaban ese gran talento suyo,
y era abrazado por las alucinaciones, que le sensualizaban a escribir historias,
de las cuales disfrutamos hoy día, bendito seas Guy, el terror y la fantasía
siempre te lo agradecerán.
Su
Normandía natal siempre estuvo con él, y fue una gran fuente de inspiración
para sus cuentos. Los pueblos costeros y su particular estilo de vida suelen
ser de fácil transcripción (pero para eso hay que saber hacerlo, pues es muy cómodo
decirlo), en todo tipo de historias. Un claro ejemplo de esto, de la vida
campesina lo encontramos en el relato que vamos a reseñar hoy, “Cuento de
Navidad”, donde el terror y la fantasía están muy presentes.
“¿Que si me impresionó mucho? No;
porque, aun sin profesar creencias religiosas, creo que la fe lo puede todo,
que la fe mueve montañas. Podría citar muchos ejemplos, pero no lo haré para no
incomodar a la concurrencia ni disminuir el efecto de mi extraña historia”.
Argumentum:
El doctor
Bonenfant, galeno en la zona rural de la Normandía francesa, cuenta un caso de posesión,
locura e ignorancia rural, que le acaeció en un terrible invierno hace ya unos
cuantos años, donde los vecinos de un pueblo llamado Roleville aseguran oír extrañas
voces durante la noche. Los fenómenos sobrenaturales empiezan a romper la
tranquilidad de la apacible villa, y es en esa época cuando el doctor Bonenfant
dice haber presenciado tal fenómeno, (un acontecimiento bastante extraño, visto
claro está desde su mentalidad empírica), durante la Nochebuena,
mezclándose lo irracional con lo racional, la religiosidad con la secularidad,
la cultura con la ignorancia, todo visualizado desde diferentes puntos de
vista, donde el prisma será distinto dependiendo de donde lo coloques para
mirarlo.
Post scriptum:
No
suelo leer las reseñas de los compañeros blogueros antes de publicar algo en
esta bitácora, para no verme influenciado por las mismas, pero este pequeño cuento
me ha recordado por momentos a relatos similares de otros autores como Valle-Inclán
(Santa Baya de Cristamilde), y de nuestra (vuelvo a repetir) gran Pardo-Bazán
(Un destripador de antaño). Los comentarios al respecto de este relato
es que era aburrido, yo pienso de otra forma, simple y llanamente, es diferente.



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