Sueño

 

Sueño – Haruki Murakami

 

Corto de café: Buscando como pasar las horas durante la larga noche.

 

Insomnio

 

 “Ya han pasado diecisiete días desde que no puedo dormir. No hablo de insomnio. Sé algo sobre el insomnio. Cuando estudiaba en la universidad, padecí algo parecido. Digo algo parecido, porque no estoy segura de que coincida del todo con lo que la gente suele llamar insomnio. Si hubiera ido a un hospital, sin duda me habrían aclarado de qué se trataba, pero lo cierto es que no fui”. 

 

Introductio:

  La rutina todo lo puede y mata, la rutina es una verdadera amenaza para la familia, más aún para la protagonista del relato, que en la oscuridad de la noche, lleva varios días sin dormir, sopesando como ha sido su vida hasta el momento, siempre al cuidado de la casa, el hijo y el marido, un dentista al que no le va nada mal, que no colabora en casa y, parece ser que le importa un pimiento la interacción de acciones, la palabra suena rara, pero es así e incluso me atrevo a decir que parece gustarle esa falta de colaboración matrimonial.

  Diecisiete días (como si fuera el título de una conocida canción) viviendo en la oscuridad, diecisiete días descubriéndose a sí misma, diecisiete días comprobando esa nueva forma de vida que ha adoptado, una segunda oportunidad para hacer de nuevo todo lo que parece agradarla, sobre todo cuando vuelve a descubrir la literatura, esas lecturas que durante tanto tiempo tuvo abandonadas, volviendo esa alegría que daba por desaparecida, pero (valga la redundancia) todas las cosas, todas las acciones tienen un pero, y esa alegría de vivir va desapareciendo por un terrible problema del que parece no darse cuenta, su desconexión del mundo exterior con la llamada realidad.

Post scriptum:

  Realismo social, realismo fantástico, y una protagonista femenina que esconde (eso creo yo) muchas cuestiones que tiene que responder, como sucede en ‘la chica del cumpleaños’, además, desconoces el nombre. Una mujer multitarea e hiperactiva, una mujer que se vuelca en los demás y que nadie se preocupa de ella, son los roles de la sociedad, que a pesar de los adelantos estos siguen muy marcados, haciendo bastante difícil el cambio, en especial en ciertas sociedades, que aún siguen siendo inamovibles.

  Con el relato podemos aprender otro punto más, no debemos dejar las cosas, nuestros asuntos para el final del día. Siempre tenemos que dejar ese pequeño hueco para nosotros mismos, como dice el anuncio del café, ‘ese pequeño instante del día’, que seguro nos dejará bien satisfechos, algo que no ocurre con la protagonista, que vuelvo a repetir desconocemos su nombre, que vive su verdadero yo en la oscuridad de la noche.

Ultílogo:

  Es verdad que la historia puede dar para más (mucho), y parece que queda algo (mucho) por desvelar, un misterio o un secreto que se nos esconde, pero Murakami parece ser que nos niega el conocimiento de este punto. No sé, siento que nos deja a medias, con un final algo abrupto, pero que a mí me gusta.