El Enviado

 



Así fueron los hechos ( o tal vez ocurrieron de otra forma)

 

Pero, al contrario de lo que ocurre en la actualidad, el lienzo no fue enrollado en un madero, sino doblado en cuatro partes. Y sólo podía contemplarse la faz, que era conocida con el nombre de “Mandylion”.


Introdutio:

    No nos engañemos, el título del libro ya nos dice desde el principio de que va el tema, así que, viendo también quien es el autor no da lugar a duda, por tanto quiero añadir una cuestión más a todos aquellos quienes no les guste y no estén de acuerdo con sus teorías (la mía es de amor y odio, literariamente hablando), salvo curiosos de turno -aunque sus teorías son de sobra conocidas- absténgase de leerlo.

   Nos daremos de bruces con la famosa Síndone, “La Sábana Santa de Turín”, en donde se nos dirá o aclarará que el hombre que fue envuelto en la misma, en ese sudario admirado por toda la cristiandad, coincide con el hombre que fue juzgado, ajusticiado y asesinado el 14 de Nisán mes judío, es decir nuestro viernes santo, y que no era otro que Jesucristo. Aquí nos detalla algo muy importante que no podemos pasar por alto, la imagen formada en la Síndone no fue debida a un contacto, no fue formada por contacto alguno, y que la Sábana no es el producto de ninguna falsificación (según los expertos), también queda bien claro, explicado al milímetro como fue la espantosa muerte de Jesús, vuelvo a repetir que con todo lujo de detalle, tanto que llega a cansar un poco, debido a la cantidad de tecnicismos empleados (muy típicos del autor), aunque creo que a veces es necesario.

Por alguna razón que no sabemos, el clavo destinado a la muñeca derecha no entró bien y fue preciso desclavarlo y volverlo a clavar, en dos o tres intentos…

    Esta parte, la primera en la que se divide el libro es muy parecida a otro título que recientemente hemos reseñado en esta silenciosa bitácora que nadie lee, “CSI: Jesucristo”, donde ambos autores llegan a las mismas conclusiones.

  Volviendo a la famosa Sábana Santa y que la imagen ahí grabada no fue formada por contacto. “¿Cómo demonios están ahí?” Según los técnicos en la materia mediante una radiación desconocida para la ciencia. En fin, si leemos el libro quizás podamos enterarnos un poco más de la cuestión, mucho mejor que sea por medio de estas torcidas letras tecleadas por un lego en la materia…

Finis:

    Y ahora bien, es cuando llegamos a la segunda parte de la lectura cuando nos encontramos con el punto más importante, el que nos quiere comunicar el autor, J.J. Benítez, que es el que da título a relato, “El Enviado”, diciéndonos que Jesucristo no es ni más ni menos que un enviado de una entidad superior, creadora de todo el universo (toma espoiler), donde los ángeles, sus ayudantes son seres extraterrestres, unidades EBE (entes biológicos extraterrestres) provenientes de otras galaxias muy lejanas a la nuestra, que siguen unas directrices marcadas de antemano, y con un único propósito. ¿Te animas a saber de él? Eso sí, “Roswell” no tiene nada que ver con lo que aquí se cuenta, pero para finalizar diremos que, nos encontraremos a un J.J. Benítez en su más fina esencia.



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