El complejo de Frankenstein

 

Al respecto de la entrada anterior...

     En uno de esos tantos manuscritos que tengo escritos y que ninguna editorial me quiere publicar ya hablaba al respecto sobre este tema, pero visto desde la perspectiva de la discapacidad, argumento que para muchos no resulta interesante, lo entiendo, al igual que para mí no son nada atrayentes ciertos temas, como el futbol, pero vayamos al grano… El hombre que hacía reír a los ciborgs todavía tiene mucho que decirnos.

     Este complejo tiene mucho que ver con las tres leyes de la robótica enunciadas por Isaac Asimov en uno de sus libros “Círculo vicioso”, editado en el año 1942 (sci-fi a tope, que nunca pasa de moda). El ser humano es muy valiente para muchas cosas, sin embargo para otras, tiene sus miedos, como todo hijo de vecino. Resumiendo, es el miedo que se tiene a que “seres” de nuestra creación, entes obra de nuestras propias manos, al igual que el moderno Prometeo, el famoso Frankenstein de Mary Shelley se levante contra su propio creador, armando la de dios es cristo, y poniéndonos a vivir.

     El pánico a ser controlados por los robots siempre está presente, aunque este presente ya es pasado, porque hace mucho tiempo que somos controlados por el móvil, la tele, pantallas diversas de videojuegos, series, canales deportivos, hasta por los maravillosos e-books, tiempo al tiempo, porque siempre seremos esclavos y estaremos dominados por muchas cosas, no solamente por nuestros vicios, aquellos que están a la vista y, los que ocultamos al gran público. Los robots también tienen sus propias virtudes pero… ¿Pueden también tener sus propios vicios, al igual que los humanos?