El escribano




    "Guillaume de Monier estaba mejor muerto. Lo encontraron en su lecho, pero le faltaban sus partes viriles. Se las habían quitado, junto con la vida, (éste último robo, os alegrará saberlo fue el primero en producirse: La asfixia precedió a la castración). Lo encontraron en su lecho...

#quedateencasa  feliz salida de la cuarentena (con precaución)

    En la población de Aviñón (la ciudad de los papas) situada en Francia se había desplazado el papado, en el llamado "Segundo cautiverio de Babilonia". Eran tiempos de una demostración de su poderío por parte de los primeros 'obispos del catolicismo' y de la Iglesia. En esta monumental localidad reside el joven Raymond Maillot, que lleva una vida muy juglaresca. Es muy amigo de sus amigos, en especial de las bellas mujeres, por las que pierde muy pronto la cabeza, entregándose a ellas con una pasión desmesurada, amante del buen vino y en cantidad, de la buena vida y las canciones, algo que no se le da nada mal, en donde es un consumado especialista, que le hacen granjearse una gran fama, siendo invitado a más de una juerga nocturna, trayendo de cabeza a su pobre familia, que no ve por ninguna parte el momento en el cual esta 'pieza descarriada' siente la cabeza, y se gane la vida como lo hace cualquier vecino de su localidad, cualquier individuo que diga para sus adentros soy cristiano.

    Todo cambia en su vida cuando por motivos de trabajo, recordemos que él es uno de los escribamos de la ciudad, recibe el encargo (es contratado) del dominico padre Amiel, antiguo inquisidor, que tiene que resolver el crimen de un hombre al que antes de matarlo le habían cortado los testículos, donde tiene que identificar quién ha sido el agresor, en una época donde la sodomía, la herejía, la nigromancia, junto a otro tipo de artes (mágicas) estaban a la orden del día, siendo perseguidas por los inquisidores, que veían la 'mano del diablo', donde la demiurgia del mal bajo su punto de vista siempre estaba presente en cada esquina, entre las sombras de cualquier lugar. Este era el mundo que habitaba en Aviñón y sus alrededores que nos presenta la autora del libro Catherine Jinks.

Tomás de Torquemada - Maestro de inquisidores 
Cortesía: muyhistoria

    El libertino de Raymond las pasa canutas en todos los aspectos desde el mismo momento en que el padre Amiel entra en su vida, dicho coloquialmente es un elefante en una cacharrería, ya que las aventuras y desventuras le suceden por igual, tanto para bien como para mal, teniendo ante sí "una bonita perspectiva".

    La vida (historia) discurre en descubrir si en este asesinato está envuelto algún acto de brujería, algo en lo que el padre Amiel pondrá todo su empeño, conocimiento y 'artes', ya que ha empecinamiento no le gana nadie, pues el asesinato del ayudante del cardenal Di Vico tiene que estar entre rejas o en las manos de la Santa Inquisición para efectuarle un juicio más severo.

    Ambos comienzan con las pesquisas, y se llevan la sorpresa que entre más profundizan en el asesinato hay más implicados, un embrollo bastante considerable, con personajes conocidos e influyentes de la ciudad de Aviñón, todos ellos amantes de lo prohibido, de todo aquella que la Iglesia  católica con su papa a la cabeza condena.  Mientras tanto Raymond continuará con un corazón bastante dividido entre su apego a los hermosos placeres de esta corta vida, con las hermosas mujeres que la rodean o su devoción a la Iglesia.

Palacio de los papas en Aviñón: 'Cuando el papa Clemente V abandonó el Vaticano para residir en esta pequeña ciudad de la Provenza. Este palacio es el edificio gótico más grande de toda la Edad Media, una construcción que duró mas de 20 años.


Ultílogo:

     Detrás de la pertinaz tozudez del padre Amiel de encontrar o descubrir a los culpables de tal horrible asesinato, pienso que se encuentra un objetivo bien claro, como es la disposición del dominico de volver a la primera línea de fuego, a ser el nuevo 'Inquisidor de la depravación herética', un defensor de la fe ante los peligros que tiene el cristiano, porque el Diablo siempre está presente para extraviar al inocente ser humano... El fin justifica los medios, he ahí su extraño comportamiento ante ciertas situaciones que no están acordes con el comportamiento de un verdadero dominico.

     Se ven influencias de la incombustible e incomparable "El nombre de la rosa" de Umberto Eco, una mina de oro para muchos autores, que ha servido de fuente de inspiración, con esa pareja madurez-juventud que da excelentes resultados, esa mezcla de noir histórico que tanto gusta hoy día, aunque un valiente fue G.K. Chesterton disolviendo la dupla y creando en solitario al cándido del padre Brown.

    El libro se salva por las frases y ciertas 'aventuras' de Raymond protagonista del libro, el cual me ha costado leer, ya que fue terminado tras tres intentos, siendo un auténtico tostón, un ladrillo que se pierdes en largas disertaciones que aburren y pierden al lector. En resumidas cuentas, me ha costado terminarlo, pero me ha liado bastante, un verdadero embrollo.

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