Un hijo de nuestro tiempo

"Nunca se ha expresado tan vivamente el apasionado deseo de aquella juventud de escapar de una atmósfera envenenada por los odios políticos y las pasiones sociales".

(Stefan Zweig)

Un mundo distópico que se hizo realidad.

#lecturasencuarentena

   Definir la raza aria como el origen de la raza humana es y será una barbaridad. Eso escribió un tal Hitler en un libro que jamás debió de ser publicado, el famoso por desgracia 'Mein Kampf' (Mi lucha - 1925). El problema fue que millones de personas creyeron a pie juntillas lo que había allí escrito y eso trajo terribles consecuencias, secuelas que todos ya sabemos y que este servidor aquí no va a contar, y que de vez en cuando aún hoy día arrastramos, porque aparece algún iluminado que las quiere resurgir.

Nuestros dirigentes son astutos y listos, embaucarán a los demás, porque dominan como nadie el arte de la mentira.

Sin mentira no hay vida.

Ödon von Horváth, sus libros denuncia no gustaron nada a los políticos en el poder, un claro ejemplo de integridad y ser consecuente consigo mismo.

   El asunto es que apareció otro descerebrado más que se animó a seguir con el tema de las narices, ya que el cabo austriaco había sentado precedente, y Himmler publicaba en 1935 un difamatorio escrito llamado 'El infrahombre', es decir todas aquellas personas que no fueran arias y las judías, a lo que añado a los pobre que tenían o aportaban una 'tara', pero que nadie se ofenda con la 'palabrita' porque yo soy una persona con un 65% de discapacidad, así que...las cosas como son.

La guerra es el padre de todas las cosas.

   En este entorno de la subida al poder en Alemania de los llamados nacionalsocialistas, junto con la política de anexiones y ciertas ayuditas en países que pudieran y fueron amigos de la llamada "Gran Alemania" arranca la novela de Ödon von Horváth, 'Un hijo de nuestro tiempo'. Jóvenes sin ningún futuro, sin esperanza de encontrar un trabajo seguro o decente acaban engrosando las filas del ejército, donde serán formados en perfecta maquinaria de guerra, con el único objetivo de 'engrandecer' esa gran locura que fue la filosofía nazi.

La patria llama y, con razón, no tiene  cuidado con la vida privada de sus hijos.

   La historia nos introduce en la vida y en la mente de un joven soldado alemán (carne de cañón) que da ese paso de la vida civil a la militar, un paso al frente en ese glorioso ejército que llevará a lo más granado de su juventud a una guerra, a practicar uno de los oficios más viejos del mundo, uno donde nosotros, la malograda raza humana somos unos verdaderos y consumados especialistas, porque observando la historia vemos que medio mundo siempre se ha liado a estacazos con el otro medio, aunque...'dos no riñen si uno no quiere'.

   Unos jóvenes totalmente animados a combatir y practicar las 'malas artes' de la guerra, (que tarde si dieron cuenta de ese craso error) junto a un capitán que aunque solo era el comienzo de lo que sería sus grandes desmanes se empieza a preguntar el porqué de los mismos, el desatino de esa locura que solo estaba empezando, y que las hazañas bélicas cuando uno entra en conflictos guerreros dejan de ser un arte para convertirse en una mentira y en una gran vergüenza, donde todo vale, donde el fin justifica los medios, y la llamada obediencia debida lo perdona todo.

Porque los pecados que uno haya cometido en privado se borrarán todos si uno muere por la vida eterna de su pueblo...

Post Scriptum:

   Ödon von Horváth fue mediante sus escritos 'un grano en el culo' para ese particular gobierno en el poder, que buscaba una perfección en una genética que para nada se diferencia de las demás razas y lo pagó caro, tuvo que huir, sus libros fueron quemados, fue expulsado de una sociedad que digamos lo desahució promulgando su persecución, y unos padres que también fueron perseguidos debido a las ideas de su hijo, para nada acordes con sus ideales de sociedad perfecta, pero el pensamiento único jamás debe de ser impuesto por ningún gobierno, lo mismo que el arte debe de servir al arte, a la cultura pero jamás estar para servir a gobiernos, en este caso a unos políticos que insisto 'gracias' a a su locura llevó al mundo a una de las peores épocas de su historia. Las distopías pueden convertirse en una cruda realidad.

Ya queda menos...