26 frases del libro: El loco de Dios en el fin del mundo
26 frases del libro: El loco de Dios en el fin del mundo
Un viaje que daría
mucho que hablar.
Una extraña
invitación
Creo
que a todo el mundo les gusta las invitaciones, salvo a una extraña minoría,
como extraña fue también la invitación que recibió el conocido y afamado
escritor español Javier Cercas para escribir un libro sobre el viaje que iba a
realizar el papa, un vilipendiado y aplaudido Francisco, famoso por sus
improvisaciones y meteduras de pata a la lejana e ignota Mongolia, pero la extrañeza
del autor vino porque él es un
reconocido ateo, bueno pues, en “El loco de Dios en el fin del mundo”
encontraremos las respuestas a todas estas preguntas, en especial una que le
hizo sobre la resurrección y la vida, de vital importancia para él,
porque quería llevar la contestación del papa personalmente a su madre, una
profunda creyente, para ir ya de una vez directamente al grano paso a desgranar
las frases que más me han llamado la atención del libro, -aunque cada uno es
muy libre de pensar lo que le parezca-, a mí en ese sentido me es indiferente.
1. No
podemos predicar una cosa y ser otra. Debemos ser encarnaciones de lo que
predicamos: lo que predicamos es lo que debemos ser. Solo se convence a la
gente con el testimonio.
2. La fe
es el camino más corto para ayudar a los otros.
3. Sé que
nada me justificará mientras viva porque yo misma soy mi propio obstáculo.
(Wislawa Szymonborska).
4. Antes
del concilio Vaticano II, la iglesia juzgaba que quien no profesa el
catolicismo está equivocado, lo que le convierte en un enemigo en
potencia.
5. Acepto,
aunque soy un pecador. (Papa Francisco).
6. Todos
los santos han pasado por esa noche oscura del alma.
7. Nunca
he pasado por una de esas noches oscuras por las que pasan los santos… La fe
nunca me ha fallado, por eso no soy un santo… Pero todas las demás dudas sí las
he conocido…
8. En
fin, se trata simplemente de transformar la iglesia piramidal o vertical en una
iglesia horizontal, donde exista más comunicación.
9. (…) Y
esos nuevos cardenales alteran los equilibrios de poder que decidirán la
elección de nuevo papa.
10. (…) porque ‘sinodalidad’ significa
‘participación de la gente’, que significa ‘democracia’, una palabra que todo
el mundo entiende y que, etimológicamente quiere decir ‘poder del pueblo’.
11. Un símbolo de que, para el papa, las mujeres
debemos tener una participación mucho más decisiva en la iglesia y una
importancia mucho mayor.
12. Brunelli me pregunta entonces si le hice la
pregunta del loco sin Dios al loco de Dios.
13. El lenguaje de la iglesia es viejo, oxidado,
cursi y a menudo incomprensible…
14. ¿Es Francisco un segundo Juan XXIII, el prototipo
de papa manso, humilde y si ambiciones, y por eso tuvo la idea inicial de
llamarse Juan XXIV (y la final de llamarse Francisco?
15. Existe una ética religiosa y un ética laica, una
ética cristiana y una ética atea; hay quien piensa que la primera es superior a
la segunda: al menos desde que perdí la fe en Dios gracias a Unamuno y a Nietzsche
( o por culpa de ellos), yo pienso exactamente lo contrario.
16. (…) el principal responsable es la papolatría,
el culto a la personalidad (…).
17. Cierto también: como todos los papas,
Bergoglio es un hombre que interpreta el papel de papa. Pero eso no significa
que sea un hipócrita, ni que existe un divorcio insalvable entre lo que
interpreta y lo que es, entre Francisco y Bergoglio, entre el personaje y la
persona, entre el rostro y la máscara.
18. (…) la principal cualidad de un líder según
Platón consiste en no querer ser un líder…
19. Por eso adora a Chesterton, abogado de la
humildad franciscana y detractor del orgullo satánico.
20. Si tuviera que decir qué soy de verdad, diría:
“Soy un pecador”.
21. Creo en la paciencia de Dios, buena, acogedora
como una noche de verano.
22. (…) sus alumnos le atribuían una facultad
exclusiva de ciertos santos: se denomina “cardiognosis” y permite leer el corazón
(el propio y el ajeno).
23. Lleva razón Hannah Arendt cuando dice que los
ateos somos “necios que pretenden saber lo que ningún ser humano puede saber”.
24. ¿Y si la vida verdadera no es la que he vivido
hasta ahora, sino la que viviré tras la muerte, igual que la vida verdadera es
la vigilia y no el sueño, aunque el sueño parezca vigilia mientras duermo?
25. Y si en eso consistiera la victoria de Cristo,
en haber postulado que no estamos aquí para aceptar la muerte sino para
sublevarnos contra la muerte?
26. Ya sabe lo que decía san Agustín: la muerte de
la madre es el primer dolor.
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