El manuscrito nazi

 

       “Todo vino como  consecuencia del regalo de una pluma de escribir, que les metió de lleno en una apasionante aventura, y en una época más o menos reciente de nuestra historia, donde ocurrieron unos hechos que todavía buscan explicación, y unas iniciales H.H. son las causantes de que un pasado no muy lejano se haga muy presente para dos personas que nunca pensaron iban a vivir una de los mejores momentos de sus vidas”.

            No puedo negar que desde un principio el título del libro me resultó bastante atractivo, y más aún el argumento, si a todo esto unimos una más que interesante portada, cuyo protagonista es el castillo renano de Wewelsburg, hace un cóctel muy difícil de rechazar,   que te lanza sin miramiento alguno hacia una lectura más que apasionante.

            El castillo durante la época nazi fue convertido en un santuario, en lugar de culto para los líderes de las tan temidas S.S. y de la ariosofía que les rodeaba. Es en este lugar donde se desarrolla una buena parte de la narración. Un centro ideológico del que toma parte Hans Heins, que nos va relatar mediante una serie de manuscritos –que también es una parte de su vida- el auge y caída del partido nazi en aquella Alemania que salió derrotada con más pena que gloria en la 1ª G.M., y que quería resurgir de sus cenizas, para devolver al enemigo todo el daño que habían causado a lo que ellos consideraban una gran Alemania, todo ello bajo el conocido lema ‘ojo por ojo, diente por diente’.

            El relato es una aventura de una pareja conocida de los lectores de Juan Martorell, la arqueóloga Nicole Pascal y su prometido el arquitecto Jean Massard, que juntos tendrán que ir resolviendo los acertijos que van apareciendo durante la lectura de los tres manuscritos de H.H., (Hans Heins)  un coronel que conoció muy de cerca a Himmler apoyando debido al puesto que ocupaba todas las ideas ‘peregrinas’ que salían dela cabeza de su jefe, muy preocupado por indagar en el origen y la supremacía del pueblo alemán sobre el resto de las naciones, y de la filosofía de unos hombres que llevaron a la nación al peor de los destinos. Numerosos enigmas intentan ser resueltos en la trama de esta historia que no te moverá del sillón, como dónde está escondida la “Lanza Mágica” y el poder que otorga al poseedor de la misma, el lugar exacto donde está enterrado Himmler o quien tiene la montura de sus famosas gafas.

La lanza de Longinos que atravesó el costado de Jesucristo, y una de las mayores obsesiones nazis porque con ella decían que su poseedor...dominaría el mundo.

     La vida de un hombre que se relacionó con la alta jerarquía nazi, una explicación a la actuación de un pueblo que actuó como hipnotizado ante el carisma de un hombre con una mente enferma, por qué miraron hacia otro lado con el ‘problema judío’, la sumisión a la tan criticada obediencia debida.

Ultílogo:

    Un libro te lleva a otro, te recuerda a otro, y este me ha llevado a una de las lecturas efectuadas durante la pandemia, en tiempos de cuarentena, ‘Un hijo de nuestro tiempo’, que al igual que el libro de Juan Martorell es de la misma temática, el ascenso del partido nazi hasta alcanzar el poder, y los efectos que vinieron a consecuencia de este apoyo ciego.

      La diferencia entre Odon Von Horváth y el autor español es que el relato está efectuado desde dos puntos de vista socialmente diferentes. Horváth lo hace desde  la mirada del pueblo llano, aquellos que viven desde la humildad, y Martorell desde el universo privilegiado de las clases altas alemanas, aquellas que vivieron las épocas gloriosas, queriendo recuperar  un mundo que está prácticamente perdido.

       Aunque  parezca extraño y resulte difícil de comprender, dentro de la maldad nazi y todo aquello que envuelve una guerra, con todas las maldades del mundo e incluso que actitudes muy discutibles, pero debo decir que…también podemos encontrarnos con nazis buenos. 

Post Scriptum:

      Vista la polémica surgida estos días en las redes sociales con todos aquellos que reseñamos libros, respetando la opinión y forma de actuar de cada uno, de todo hijo de vecino, a cuál más válida quiero comentaros que no cobro ni cobraré por mis reseñas. Tanto si me ha gustado o no una lectura siempre opinaré sobre la misma sin pedir nada a cambio. La lectura es un bien muy preciado, un acto de libertad y rebeldía, uno de los mayores placeres, por lo menos para mí.

       Al mismo tiempo como autor vería como de muy mal gusto que un colega bloguero me pidiera cierta cantidad de dinero por reseñar mi libro. Si te gusta lo que he escrito estaré eternamente agradecido, sino es el caso perfecto, tan poco pasa nada ya que en cuestión de gustos no hay nada escrito.


Así que…por muchas reseñas a coste cero.

 

 


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