Siempre nos quedará París


La gran mole de hierro conocida en el mundo entero, pero París no es solamente conocida por la hermosa creación de Eiffel...


París siempre valía la pena, y uno recibía siempre algo a trueque de lo que allí dejaba. Yo he hablado de París según era en los primeros tiempos, cuando éramos muy pobres y muy felices.
(Ernest Hemingway)

Articulando palabras: (6)

   Casablanca nos dejó grandes momentos y mejores frases, como esta que encabeza la entrada de hoy, pero París también nos deja otras cosas que no debemos pasar por alto, como sus librerías, algunas de ellas con un encanto tan especial que te quedarías a dormir en su interior más de una noche, como ‘The Abbey Bookshop’, que es de habla inglesa, y se encuentra en la que antiguamente era conocida como calle de los escritores. Luego podemos encontrarnos si seguimos paseando por sus calles con la archiconocida ‘Shakespeare and Company’, de la que todo el mundo habla y escribe, así que por tanto no voy a decir nada al respecto para no cansar al personal, que ya está enterado de sobra.

     Se dice que en París puedes encontrarte con una librería en cada esquina, (que suerte) ‘La Mouette Rieuse’ es pequeña y tiene tres plantas. Situada en ‘Le Marais’ te sorprenderá. Café, libros y arte siempre irán de la mano en este lugar. ¿Se puede pedir más?

‘Lo mejor de los libros, es que siempre puedes volver a la mejor parte’.



    Si paseas por las orillas del Sena, puedes hacer el recorrido que va desde el Quai d’Orsay hasta mi amada Notre-Dame y allí te encontrarás de todo. El tesoro lo descubres tú, nadie te lo marca, ni te dicen cómo ni dónde encontrarlo, tú decides y tú pagas. Buquinistas, vendedores de libros antiguos, capaces de sacarse de la chistera lo imposible para satisfacción de sus clientes. Hombres que ejercen, que laboran en una profesión donde el libro pequeño podemos decir que es la estrella principal de la película, un film que recorre las orillas de un literario Sena. Además, es cierto que este río es diferente al resto de sus congéneres, es único en el mundo porque en sus orillas, en sus hermosos márgenes se venden libros y nunca faltan puestos de ventas para los mismos.

       La ciudad de los iconos, la ciudad de la luz y del amor, la ciudad de la libertad, es la esfera donde los buquinistas, Patrimonio de la Humanidad  hacen memorables transacciones, paraíso literario que es y será un lugar donde el libro es el gran protagonista para siempre jamás, así que tengo algo muy claro: “Siempre nos quedará París”.



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