El círculo de los blasfemos
“He aprendido que la vida es un camino largo y difícil, pero debes seguir adelante, o tendrás que quedarte en el camino”. (Steve Mcqueen) Viajamos a los infiernos, una vez allí, bien acomodados seremos recibidos por un personaje muy peculiar, que soplete en mano y unas hermosas gafas de soldar sobre su cabeza nos dará la bienvenida, y que los seguidores de esta trilogía, dígase ‘Amianto’ y ‘108 metros’ conocemos muy bien, es Renato el encargado del mantenimiento de todas las calderas del Averno - hay que joderse- , donde armado con un buen destornillador y dos buenos martillazos dados a tiempo en el sitio correcto hará que todo siga en regla, en perfecto funcionamiento, faltaría más ‘Maremma marrana’ , o como decimos por aquí ‘cagon mi madre ho’, porque ya lo dice muy bien el prólogo… cada lugar tiene su cagamiento propio, esos cagatos que diferencian la procedencia uno, casi sin hablar, y sin que te reconozcan el acento, así que el de Renato es y será entre otros ‘Mare