Perra estrella

 



Perra estrella – (Arthur C. Clarke)

 

 

Corto de café: Los ladridos de una perra.

 

Laika

 

  “Cuando oí los frenéticos ladridos de Laika, mi primera reacción fue de fastidio. Me di vuelta en la litera y murmuré medio dormido”:

-Cállate, perra tonta.

 

Introductio:

   Hace ya bastante tiempo publicamos por este silencioso blog que nadie lee una reseña sobre (George), “El perro que me cambió la vida”. Un hombre que sale de la marginación gracias a la ayuda de su sttafordshire bull terrier, que resultó ser un gran amigo para el dibujante caído en desgracia. Después hablamos sobre una vaca en “Holy cow”, hasta descubrimos como era la vida de un policía retirado a través de los ojos de un perro vagabundo en “Los nombres prestados”, a cargo del fallecido Alexis Rabelo, que nos sorprendió con una grandísima historia que aquí no voy a relatar.

    Hoy con “Perra estrella”, relato sci-fi de Arthur C. Clarke (siempre presente, como las estrellas en el firmamento), conoceremos a Laika, una perra que le salva la vida dos veces, una perra que parece estar presente en su vida en todo momento, a pesar de que ella está fallecida y él, se encuentra a miles de kilómetros, perdido en el espacio, en una base científico-tecnológica, dedicada al estudio del más allá espacial, y ahora se arrepiente de haberla abandonado en esta siniestra tierra, lo que provocó su fallecimiento, pues el distanciamiento con el querido dueño trajo ese fatal desenlace.

Post scriptum:

   Recordar que Laika fue el primer ser vivo enviado al desconocido y extraño espacio a bordo del Sputnik 2, en el todavía cercano año de 1957 del siglo pasado, que suena muy bien pero que prácticamente fue el otro día, muriendo una semana después del lanzamiento. Más tarde la siguieron otras perras, Belka y Strelka, lanzadas en el Sputnik 5 y recuperadas ‘vivitas y coleantes´ al día siguiente, pero eso… ya es otra historia.

   “Así podría haber vuelto a mirar aquellos luminosos ojos pardos, rebosantes de un amor tan altruista y tan generoso como no he encontrado en ninguna parte de éste o de otros mundos”.

P:D.- Intenté investigar si Clarke alguna vez en su vida había tenido un perro, un lagarto, algo que pudiera denominarse como una mascota, e incluso un rinoceronte, pero la I.A. esa señora tan en boga que todo lo sabe comenta que, “el perro de Arthur C. Clarke no es mencionado en sus obras ni en su vida pública. No hay evidencia de que tuviera un perro llamado Arthur, Nicolás, Urko, Satanás, ni ningún otro nombre específico, por tanto, me quedo con las ganas”.


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