La catacumba nueva

Corto de café (3):

    Pedaleando en 'la bicicleta de Delibes' (literariamente hablando) seguimos en tierras escocesas donde la monumental Edimburgo por la que no pasan los años nos sigue recibiendo con los brazos abiertos. Las tierras que vieron nacer a Conan Doyle le sigue guardando secretos, como no podía ser de otra forma, mientras tanto yo desentraño otro tipo de misterios mediante la lectura, en este caso relatos cortos del creador de "Sherlock Holmes", el detective más grande de todos los tiempos.

   Ese prolífico autor, el médico con la sala de espera más vacía del mundo pero que llenaría salones enteros con sus lectores sigue con la mente en plena forma, contando historias de misterio y terror, donde muestra ser un verdadero especialista, e incluso podríamos decir que hasta de miedo que nos sorprenden hoy día. Escribir un relato corto es un arte, no es tan fácil como parece, una capacidad, un don destinado a unos pocos, es muy difícil mantener la tensión en unas pocas páginas, pero algunos pueden conseguirlo y Conan Doyle está entre ellos.

   Hoy la historia como otras veces no va de egiptólogos, ni de momias, tampoco de detectives. El escritor escocés nos guía por el desconocido mundo de las catacumbas de Roma a cargo de dos famosos y conocidos arqueólogos, Kennedy un flemático y aventurero inglés, conocido por su osadía, descaro y algo más que aquí no vamos a revelar. En la otra esquina del ring (historia en este caso) nos encontramos con el alemán Burger, algo más joven que el británico y con un punto de vista diferente en cuanto a la vida.

    Ambos sienten pasión por su trabajo y dedican en ello la mayor parte del tiempo. Burger descubre  unas catacumbas nuevas a las afueras de Roma, tienen tanto valor que pueden ser consideradas como las más importantes de toda la historia de la cristiandad. Kennedy al enterarse de semejante logro desea que su amigo Burger le enseñe una parte de tan importante descubrimiento.

    Los dos realizan un viaje por los oscuras, desconocidas y peligrosas galerías de las catacumbas, donde los hallazgos no dejan de sorprenderlos. El final puede parecer un previsible pero... Conan Doyle le da un 'giro de tuerca'  que marca la diferencia, es como aquella canción de éxito "dos hombres y un mismo  destino", al contrario de la canción deciros que el destino puede ser manejado a capricho por otros, y con esto espero no hacer un pequeño gran spoiler.

    Abandonamos Escocia, espero que no sea por mucho tiempo, en las tierras altas de este país hay muchas historias escondidas que nos esperan para leer y comentar, donde la intriga junto al misterio siempre van de la mano.