12 monos voladores que no querían fornicar adecuadamente

 

El rey del vómito, el ácido y de la borrachera permanente


Corto de café (4):

    En el día de la grosería que consiste en la maldita jodienda de sobrevivir y de levantarse cada mañana a trabajar, tengas trabajo o no, te guste o disguste, Bukowski por medio de su alter ego entre resaca y resaca nos cuenta una de sus burlescas historias, donde no se si está esta las narices de la sociedad o todo lo contrario, la gran colectividad que formamos el mundo desea mandarle literalmente a la mierda para librarnos de este singular personaje políticamente incorrecto se mire por donde se mire.

    Este relato corto forma parte de las narraciones que se incluyeron en uno de sus títulos más incorrectos, como no podía ser de otra forma, "Erecciones, eyaculaciones, Exhibiciones", que como sucede en estos casos pueden gustarte o no, pero a pesar del lenguaje inconveniente, chabacano y grosero la historia tiene moralina. Trabajamos, si podemos, si nos dejan, todo para cubrir una serie de necesidades, junto a la fama, el sexo, el dinero, comer, beber y joder al prójimo está a la orden del día parece que nunca nos cansamos de ello, así que necesitamos del lenguaje perverso no solo para reconocerlo, también para recordarlo.

    Cada uno se gana la vida como puede o como le dejan, ese es el pensamiento que he sacado tras la lectura del relato corto de nuestro querido Bukowski.

"Oh, Nelson nunca ha conseguido que acepten sus trabajos. Va demasiado por delante de su época".


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