Ante la Ley
Ante la ley – (Franz Kafka)
Corto de café: ¿Es posible una lucha
contra lo imposible?
“La
gran dificultad de acercarse a la Ley”
“Ante
la Ley hay un portero. Un hombre de campo se acerca a este portero y le pide
entrar en la Ley”.
Introductio:
Llamamos a
la puerta de un sobrio y vetusto edificio ya entrado en años, nos abre la misma
un personaje muy peculiar, bien conocido por todos nosotros, es Kafka, el
hombre que escribió la parábola de “Ante la Ley”, donde leeremos sobre
un hombre que día tras día no abandona el estado de espera en el cual se encuentra,
(no sé por qué, pero me ha recordado a Bartleby, el escribiente, ese
relato corto de Herman Melville), a la espera de ser recibido, y lo hace de una
forma eterna pasiva -como ‘el escribiente’ antes comentado-, que por momentos
(bastantes) llega a desesperar, pero que para él se convierte en una rutina,
una espera que le durará toda la vida.
Me gustaría
haceros la siguiente pregunta. Cuando algo está abierto, ¿se puede entrar? La
respuesta según Kafka es que no, porque al ser tan accesible no se puede pasar,
y por tanto si estuviera cerrada sería más fácil entrar, pero el asunto no
queda ahí, ya que el guardián no le prohíbe pasar, solo le
dice que en esos momentos no es posible, que es bien distinto.
Este hombre,
si hubiera tenido un poco más de decisión podía haber traspasado la puerta,
para enfrentarse a otros guardianes bien diferentes del primero, la vida te va
poniendo retos y tú tienes que ir superándolos uno a uno como buenamente
puedas, pero él, no quiso hacerlo, eligiendo sentarse y esperar,
- recordar que, el maná solo cayó del cielo una vez-, esperó, esperó y esperó hasta
que le llegó el final.
“Durante esos largos años, el hombre observa casi continuamente al guardián: se olvida de los otros y le parece que éste es el único obstáculo que lo separa de la Ley. Maldice su mala suerte, durante los primeros años audazmente y en voz alta; más tarde, a medida que envejece, sólo murmura para sí”.
Ultílogo:
Hay
otro punto que no podemos pasar por alto, la Ley está por encima de todas las
cosas (aunque eso ya lo sabéis desde hace mucho tiempo, y algunos incluso por
experiencia propia), pero esa misma Ley le está dejando de lado, es un monstruo
imposible de controlar (la maldita burocracia), que se fagocita así mismo,
porque es lo que hemos creado entre todos, esa, vuelvo a repetir burocracia que
tanto nos cabrea, y recuerda, porque hoy parece que estoy escribiendo con recordatorios,
la Ley no es igual para todos, dependiendo de quién seas
funcionará de una forma o de otra, pero Kafka era muy listo y eso ya lo sabía,
por eso, este escritor bohemio que escribía en lengua alemana nos lo dejó por
escrito, para que nunca olvidáramos tal recordatorio.





Comentarios
Publicar un comentario