La supraconciencia existe

 



La supraconciencia existe: Vida después de la vida.

(Juan C. Cebrián – Manuel Sans Segarra)

 

 

Largo de café: Una nueva comprensión de la vida después de la muerte.

 

La conciencia no local o supraconciencia

           

Como dijo Max Planck, padre de la teoría cuántica: “Cuando cambias la forma en que ves las cosas, las cosas que ves cambian”.

 

Introductio:

   Dicen que hay una ‘conciencia no local’, que tiene continuidad fuera del cerebro y persiste a pesar de la muerte clínica, a la cual denominan supraconciencia, y que esta justifica y es la responsable de las vivencias que comentan todos aquellos que han tenido, vivido más bien una ECM (experiencia cercana a la muerte), que está ahí y es mucho más palpable de lo que pensamos, ya que una vez fallecidos continuamos nuestro viaje más allá del denominado plano físico, porque la energía que lo compone no desaparece.

  A partir de esta teoría, para nada paradigma, los autores de este relato desgranan paso a paso en que consiste esta supraconciencia que supervive a nuestro ajado cuerpo una vez que perecemos, abandonando este ‘valle de lágrimas’, trascendiendo a las limitaciones físicas de nuestro cuerpo, y eso lo sé por experiencia, ya que tengo una discapacidad igual o superior al 65%. Siendo breve y transcribiendo las palabras de uno de los autores de la lectura de esta reseña. “En definitiva, aunque la muerte física signifique el fin de nuestro cuerpo tal y como lo conocemos, no es el fin de nuestra existencia”, algo que repiten hasta la saciedad, y que bajo mi humilde punto de vista -siempre mi punto de vista- llega a cansar, llegando hasta el hartazgo, donde nos comentan que tras la muerte, el cuerpo físico (otra vez esta armadura que llevamos encima, para bien o para mal) es un traje, una envoltura que se descompone.

Argumentum:

  Todos soñamos, todos tenemos pequeños sueños que cumplir, y también nuestro prurito personal, ese ego que nos acompaña siempre. Tener ego y sueños que cumplir es bueno para salir adelante en esta puñetera vida, que también nos da disgustos, en eso difiero un poco con los autores. A la muerte hay que saber abrazarla y aceptarla cuando llegue el momento, la mecánica cuántica me queda muy lejos, la mecánica cuántica ni se acordará de mí cuando Caronte me lleve en la barca surcando la tan temida Estigia, hasta que el Hades me abra sus puertas para siempre jamás.

  Me siento libre, yo no tengo ningún tipo de lucha con mi ego, intento ser libre, auténtico y plástico, donde mi ser irrepetible tiene que continuar su camino, apartando las piedras que se interponen en el mismo, e intento conocerme día a día, además, me esfuerzo por no hablar mal de los demás.

Post scriptum:

  No soy científico, ni teólogo, tampoco filósofo, pero hay un asunto que tengo bien claro, hay dos preguntas que siempre se quedarán sin responder (por los siglos de los siglos), ‘el origen (un ignoto principio) del universo y el origen (ese principio que nunca se encuentra) de la vida en nuestro planeta’. Esto viene a cuento por otra razón más, era un libro que me esperaba mucho de él, era un libro que la gente (por lo menos los interesados en el tema) lo estaban vendiendo muy bien, era un libro o eso creía que podía tener una buena sintonía conmigo, con un tema de fondo, las ECM que es bastante atrayente, pero el libro en si -como su lectura- me ha resultado cansino, pesado y repetitivo hasta la extenuación, donde en menos de 50 páginas se podía haber explicado todo, por tanto, me ha decepcionado, esperaba los tiros por otro lugar, pero no ha sido así, (esas mil balas llegaron desde otro rincón) con demasiada bibliografía por medio, pareciéndome un trabajo fin de grado o de máster (esto lo digo sin ofender), y para finalizar, otro punto más, las experiencias ECM las esperaba más vívidas, más reales, donde en algunas de ellas predomina la sosería.

  Había leído antes “Estoy bien” de J.J. Benítez, algo de Raymond Moody "Vida después de la vida” y “Al otro lado del túnel”, muy bien explicado y relatado por J.M. Gaona, donde sus lecturas me han resultado más atrayentes que esta ‘supraconciencia’, reiterada hasta la saciedad.

 


Comentarios

(Entradas más populares) Si te apetece seguir leyendo...