El gnomo
Un corto de café en el Moncayo:
El
tío Gregorio es el personaje más conocido del pueblo, es más viejo que cualquiera
de las carreteras que conocéis, tiene ya cerca de noventa años, -todo un
logro para la época- tomándose la vida con calma y tranquilidad, que para
eso bregó lo suyo durante esta existencia que nos a tocado vivir, y ahora, se
dedica a transmitir todo lo que sabe a la juventud en forma de cuentos que
todos adoran.
Así
que cuando las muchachas del pueblo regresan de la fuente con los cántaros bien
cargados de agua, en el pórtico de la iglesia se encuentran con tal peculiar
personaje, que les cuenta una de sus particulares historias, a las que todas
ellas prestan atención, en especial dos hermanas huérfanas. Marta que era la mayor
y Magdalena, la más pequeña, que apenas contaba dieciséis años. El Moncayo
es una tierra de leyendas, misterios, vientos, cuevas, lobos y pequeños
duendes, que pueden llamar la atención a cualquiera, sobre todo a las jóvenes
hermanas, que son las partícipes de esta leyenda de carácter becqueriano, para
saber como termina, ya sabéis que tenéis que leer la historia.
Ultílogo:
El texto
forma parte de las leyendas becquerianas comenzadas en 1863, con un tema tan
recurrente en la literatura como son los tesoros que los gnomos suelen guardar
en los más profundo de las montañas, que me recuerda muy mucho a nuestras leyendas
(leendas) astures, tierra de xanas, diañus, trasgus y cuélebres, pero
que me ha llevado, debido a la semejanza de personas y el lugar, -El Moncayo
siempre da para mucho- a el libro ‘El Monasterio’ de Luis Zueco, donde
El Moncayo vuelve a estar omnipresente.
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