La bruja del rey



“Non nobis, Domine, non nobis, sed Nomini Tuo da gloriam”

(No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre, da la gloria)

 

Los libros de mamá (9):

 

              Está vez me costó escoger un título al enfrentarme por enésima vez a la ingente librería de mi madre, e incluso llegué a pedir consejo a mí ‘fotocopia’, es decir al hermano mayor que se encontraba de vacaciones en casa, así que casi al azar me decidí por este ejemplar escrito por Cecelia Holland, nacida en 1943 en el estado americano de Nevada.

              La tan manida Cruzada, no importa cuál sea de ellas el arranque de la novela, por unos santos lugares en los que van apareciendo una serie de personajes más o menos conocidos por nosotros como Ricardo Corazón de León, que está descrito en estas líneas como muy humano, con sus defectos y errores, con las virtudes que le han lanzado a la fama, pero también con otras menos conocidas por el gran público que Cecelia Holland se ha encargado de novelar, en especial se carisma que tenía con la gente consiguiendo que le siguieran hasta el fin del mundo, sin olvidarnos de un tema tabú cuando se trata o escribe sobre este tipo de personajes como es la controvertida orientación sexual de uno de los reyes-guerreros  más importantes del  ‘mundo mundial’ – como diría Manolito Gafotas.

Corazón de León fue el rescate más caro del medievo, para mí fue un hombre que desatendió sus deberes como rey, embarcandose en una Cruzada que para nada le abriría las puertas del cielo.

              A su lado Juana,  la incansable, inseparable, fiel y leal hermana, el apoyo más seguro para Ricardo, una aliada para él e hija de la irrepetible y últimamente exagerada literaria Leonor de Aquitania, (aunque todo el mundo tiene derecho a escribir sobre lo que le venga en gana).

              El libro resulta como una parte del paisaje en el cual se desarrolla la historia, desértico, lleno de tedio y finalmente puedo arriesgarme a decir que aburrido, con algún desenlace en la trama que se puede prever con antelación y que tuve que leer de tres intentos. Menos mal que por medio (esto lo dice un vejo rocker de duro corazón) hay una historia de amor –con un hermoso polvo bien descrito- que mejora un poquito la historia entre Rouquin primo del rey, también su mejor soldado con la protagonista principal del libro, ‘la bruja del rey Edythe’, médico, curandera, confidente y también una espía infiltrada de Leonor en plena cruzada, que guarda un gran secreto que se desvelará con el paso de las páginas. Quiero un ignosce audaciae (un perdón en la osadía)  por vuestra parte ante uno de mis poquísimos spoilers mencionado un poco más arriba, pero era o es un recurso para salvar un poco más esta reseña, y también, no os voy a engañar para hacerla un poco más literaria y llamativa.

Post scriptum:

              Unas cruzadas no tan buenas y unos cruzados que a pesar de las victorias conseguidas huelen el fracaso a kilómetros de distancia, intrigas palaciegas en el exterior, luchas de poder, la corona por la corona… pero a pesar de todos estos condimentos quiero decir que hay algo en la historia que no llega, y esta particular cruzada se pierde entre los tiempos de los tiempos, es decir ‘en la nada’.

 

              

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