Cecilia y otros poemas: Antonio Gamoneda
Poetas asturianos (2):
Gamoneda
A todos aquellos trovadores que
nacidos en una zona conocida como la ‘España Verde’ decidieron
jugar con las rimas porque era algo que les apasionaba, y llegó a ser una de
las cosas más importantes de sus vidas.
Dime qué ves en el armario horrible
y en las vasijas de llorar: ¿qué es esto?
Cuando contemplas la melancolía
en las farmacias y en los muros
están ya escritas las acusaciones,
¿quién eres tú al fin y por qué callas?
Exentos II
Pasión de
la mirada
(1963-1970
y 2003)
Ficha técnica:
Autor: Antonio
Gamoneda
Fondo de Cultura Económica de España, S.L.
(Universidad de Alcalá)
Págs. 115
1ª Edición: Abril
2017
ISBN: 978-84375-0594-7
Una reconciliación con la vida, un volver a los
recuerdos, a la infancia, a esos momentos que jamás volverán, ni se repetirán,
pero que han quedado bien presentes en nuestra memoria.
Un mundo de
colores en este caso el azul, que le hace evocar su infancia, a un padre enfermo,
malos momentos con los cuales se aviene. Estoy de acuerdo con el autor de las
notas finales de este libro Gómez-Poro, cuando dice (como Gamoneda) ‘que antes de ser escrito el poema tuvo lugar
en el cuerpo’. Todo poema, lo mismo que toda historia, hasta en una canción
o un simple grito tenga el valor o el significado que tenga antes ha tenido que
ser interiorizado, y Gamoneda historifica su vida con los poemas.
Al igual que
Ángel González y Angelina Gatell, ya mencionados en esta bitácora, son poetas de
‘épocas difíciles’, de tiempos
críticos, - han visto guerras, miseria, pobreza, censura, silencio…enfermedad,
todas estas cosas, todas estas situaciones son experiencias que te marcan de
por vida, y en especial con esa dictadura que ha dejado, dejó más bien a España
partida en dos para siempre, sí, digo partida porque en todos estos años de
libertad, y ya van unos cuantos, ‘todavía no hemos avanzado nada’.
Hombres y
mujeres con dos épocas, con dos vidas, con ese antes y después, con sus marcas
y cicatrices tan difíciles de tapar, borrar y olvidar. Son los versos del ‘oxido’.
Cecilia, y cito textualmente a Gómez-Porro, ‘es una continuidad de Gamoneda
en el futuro’. Un poeta del dolor que resurge a la vida mediante su
nieta Cecilia.
Es un
ovetense nacido en el año 1931, pero tras la temprana muerte de su padre se
traslada con su madre a León, (por tanto podemos decir que es un astur-leonés)
donde vivió la época que le marcó de por vida, nuestra maldita Guerra Civil.
Fue
expulsado del colegio religioso donde estudiaba, y tuvo que ir de ‘por libre’.
Trabajó en un banco y empezó a interesarse por la bendita poesía, (el padre de
Gamoneda fue un poeta modernista) de casta le viene al galgo. Con el tiempo
llegaron los premios, la censura (que tampoco podía faltar) y la dirección de
los Servicios Culturales de la Diputación Provincial de León. Entre otros
premios tiene:
1985 – Premio Castilla y León de las Letras.
1988 – Premio Nacional de Literatura y el nombramiento
como Doctor Honoris Causa por la Universidad de León..
2006 – Premio Cervantes.
Uno de los días más importantes para Gamoneda, tras recibir el Cervantes, algo a lo que cualquier autor de habla hispana desea optar, no solo por su prestigio, si no también por el orgullo de haberlo recibido...
Gamoneda y su mundo de óxido.
ResponderEliminarNo solo del óxido también de la distancia, como Juan Gelman.
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