Jack ‘el Destripador’ que estás en los cielos
Hay personajes a lo largo de la historia que se han
convertido en muy literarios, seres con un gran tirón, dentro de ese público
ávido de lecturas, sobre los cuales hay escritas miles de páginas, todas muy diferentes
y de distinto color, según los gustos de
cada uno, pero he aquí que Javier Cosnava nos muestra un Jack ‘el destripador’ desde un punto de vista
totalmente opuesto al resto de autores, por lo menos en todo aquello que yo he
leído respecto al tema, haciendo una lectura muy distinta a lo publicado hasta
ahora, proponiéndonos ver al famoso personaje desde un matiz, un prisma que yo
no había encontrado sobre los libros leídos sobre el famoso asesino, producto
de una fértil imaginación, en ese caso la de Cosnava, que nos lleva de la mano
para conocer los umbrales del famoso suburbio londinense de Whitechapel, donde se cometieron unos
crímenes que ahora forman parte de la historia.
Basándose
en dos premisas desarrolla su historia, la primera que el corazón de la pobre
Mary Jane Kelly nunca fue encontrado, la segunda el lugar donde vivía que era
una planta baja estaba cerrada por dentro, un misterio al que no se ha dado
respuesta. Partiendo de estos puntos el autor nos describe un mundo distópico y
una lucha entre el Dador de Vida,
creador de la Colmena, donde un
tiránico líder de una comunidad que navega
por los tiempos, matando, destruyendo con el único fin de crear su propia
supervivencia, donde un rebelde llamado Loo, opuesto a los crueles fines y a las
maniobras realizadas por su congéneres en un viaje hacia ninguna parte, cuya
meta es seguir perteneciendo a la tan criticada Colmena, agradar al Líder que es quien rige sus actos, aquella que
decide sobre la vida y la muerte de todas las personas a las que considera
parte de su creación.
Una
civilización extraterrestre que lucha por sobrevivir el paso de los tiempos,
una cultura que podría ser la nuestra, que también destruye y mata por
conseguir unos fines políticos, económicos… siempre cubiertos bajo la falsedad
de la supervivencia, de la mejora humana, obedeciendo a ciegas a unos líderes
que tienen más o menos aceptación según el momento de la historia y según lo
requiera a ocasión.
“Sin dolor no hay dualidad, sin dualidad no hay unidad”
Loo es
un opositor que critica la deriva en la cual está inmersa la nave, que los
desplaza a diferentes lugares bajo las mentiras del siempre omnipresente Líder.
Un mundo la Colmena- que como describe el autor solo tienen cabida
los dóciles y los creyentes, un lugar poco apetecible para quien piense lo
contrario.
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