Scriptorium
Laudare, “ Benedicere,
Praedicare”
(Alabar,
bendecir, predicar)
En una
de mis habituales visitas a la casa materna no pude reprimir el impulso de
mirar a las estanterías cargadas de libros leídos en su totalidad por mi madre,
como siempre hice un repaso general y dejé que alguno/s de esos ejemplares
llamasen la atención, y uno de ellos fue Scriptorium
muy al estilo de mamá, muy a su gusto, –aunque tenía varios- fue un buen
momento para repasar y leer aquello que ella había hecho con antelación.
Los
libros de mamá: (7)
Hace unos años había un anuncio de
coches todoterreno en la tele que más o menos decía así: “Señor, el reducto de
Albacete ha caído”. Yo respondo todo lo contrario ‘señores el reducto de Albacete está bien seguro’, gracias a autores
como Ricardo Espín Bueno autor de esta
novela basada en el medievo español, que dicen es una de las épocas más oscuras
e interesantes de toda la historia universal, y yo afirmo que para mi gusto
están en lo cierto, porque verdaderamente es fascinante, así que el fortín
albaceteño estará bien protegido literariamente hablando.
Una época oscura, sombría y
tenebrosa, donde el maligno podía estar presente en cualquier lugar, donde el
inquisidor papal podía ejercer la justicia divina utilizando métodos muy
persuasivos, y donde la hoguera era el destino final de muchos desdichados,
como le ocurrió a Numabela que bajo falsas acusaciones fue apresada y juzgada,
teniendo finalmente un triste final. Es a partir de este episodio arranca la
historia encontrando en ella prácticamente de todo, como dos antiguas familias,
las más poderosas de la zona enfrentadas entre ellas, un obispo con la obsesión
de construir una gran catedral que le llene de gloria, un abad que siempre está
al sol que más calienta, un monasterio con multitud de pasadizos secretos,
personajes que aquí no voy a relatar buscando la venganza, terribles
asesinatos, sucesos imprevistos…la ‘Muerte
Negra’ que se hace presente en el peor de los momentos, el triunfo del
amor, el triunfo de la amistad por encima de todas las cosas…
Dejo para el final al protagonista
principal de esta historia, el hermano Siro –quien
cuenta la historia-, un joven dominico que por casualidades de la vida es
asignado para acompañar al Inquisidor Angélico Ricci, desde ese momento es
sometido a un montón de vicisitudes que darán un giro de 360º a su vida, que es
narrada supongo que en los últimos momentos de su existencia, recordando a una
multitud de personajes que aún están en su memoria, como los hermanos Yago y
Adeodato, Agnes e Illana, Gilberto y
Rodrigo, junto a otros que forman parte de nuestra historia como Alfonso XI,
Leonor de Guzmán o Enrique de Trastámara.
Ultílogo:
Una novela de intriga, un misterio que resolver y un estilo acompañado siempre de las Horas Litúrgicas que me ha recordado no solo a “La última confesión” de Morris West, “El nombre de la rosa”, “El escribano”, sino también a “El monasterio” de Luis Zueco. Quien piense que la novela es lenta se equivoca, pues tiene ritmo y como digo siempre en esta silenciosa bitácora, ‘no son necesarias las carreras ni los sofocones’ para que una historia resulte la mar de interesante, como es el caso. Además el protagonista no es un gran guerrero, más bien un hombre normal y corriente que gracias a la astucia, sentido común y mucho valor consigue grandes cosas…
Comentarios
Publicar un comentario