Riesgos de los viajes en el tiempo






“A veces de rodillas, en postura de oración, soy capaz de atravesar la ‘barrera del censor’… Soy capaz de recordar”. “Pero me duele tanto la cabeza”.

            A casi todo el mundo nos gustan los viajes, nos apasiona viajar, salvo excepciones. Viajar es uno de los placeres más grandes que una persona pudiera sentir y tener, cruzar mundos fronterizos que pongan al límite todas nuestras fuerzas y habilidades, pero también hay viajes que pueden resultar ser una auténtica pesadilla, de ese tipo va el libro que comentaremos en la entrada de hoy, y es de la conocida Joyce Carol Oates.

            Distopía, pesadilla, castigo y un viaje en el tiempo que nos llevará…hacia donde jamás nos pudiéramos imaginar. Todo ello salido de la fértil imaginación de esta escritora norteamericana, una ‘cuentista’ de las de verdad, de esas que se escribe su nombre con letras de oro, muy alejada de otra gente que son vendedores de humo y de arena en el desierto, que escriben unos ‘truños’ de cuidado, y que la crítica los califica entre lo mejorcito, apareciendo en los primeros lugares del ranking en la gran batalla literaria, muchas veces llena de intereses creados, menos mal que sus gustos están muy alejados de los míos. Esta profesora de escritura creativa va sobrada de ideas e imaginación, ya que las tiene a raudales.


Joyce Carol Oates

            Riesgo de los viajes en el tiempo’ es una extraña utopía, un mundo irreal con una peculiar manera de ver la justicia, y unas ‘muy particulares leyes’, donde los castigos por incumplir la normativa vigente en EAN, (Estados América del Norte) o ERAN (Estados Reconstruidos de América del Norte) pueden salir muy caros al ciudadano corriente, ya que son muy especiales. Un país con dos dígitos en su calendario. El principio de la historia transcurre durante el año 23, todo lo pasado ya no existe y ha sido borrado, cambiado todo según los intereses del nuevo Estado. Todo comienza otra vez a partir del año cero.

“Te vamos a transportar a Zona Nueve”.

            Con la lectura de esta historia nos encontraremos con un mundo distorsionado, un lugar donde el Estado lo controla absolutamente todo, vida, opiniones, estatus social, trabajo, (nicho social y laboral) no existe la libertad de pensamiento, opinión, ya que el castigo la sanción (que puede ser televisada) puede ser de órdago, es decir puedes ser un IV (individuo vaporizado), se te hace desaparecer, puedes ser un IE (individuo exiliado) que es lo que le ocurre a nuestra protagonista Adriane Strolh o más bien Mary Ellen Enright. La Oficina Disciplinaria de Seguridad Nacional siempre hace de las suyas, siempre hace bien su trabajo, de eso que no os quepa ninguna duda. La Constitución de EE.UU ha sido sustituida por la ‘Vigilancia Patriótica’, y hay que seguir sus designios al dedillo.

Argumento:

            Cuando iba a dar su discurso de graduación Adriane Strolh es detenida, debido a que el contenido del mismo está considerado como no apto, peligroso, no es adecuado para el omnipresente gobierno. Acusada de traición y cuestionamiento de la autoridad competente es juzgada, siendo enviada con una identidad nueva (castigada a un viaje en el tiempo) a Wainscotia, una ciudad que solo existía ochenta años atrás en el tiempo, situada en lo que es actualmente el estado de Wisconsin. Estamos hablando del año 1959, un auténtico choque en todos los aspectos, sobre todo cuando venimos de una sociedad con todos los adelantos del mundo, y lo que es peor aún, los recuerdos, tus recuerdos han sido borrados, ni siquiera sabes cómo se llamaban tus padres. Un viaje al pasado que no es de placer, es un castigo.

Wisconsin High School

Ultílogo:

            Una verdadera crítica a las políticas autoritarias que han existido y existirán a través de los tiempos. Una reprobación a la alta tecnología, la mejor de las formas para controlar a la población. Una denuncia al mal uso de las tecnologías y de la ciencia al más alto nivel. La obsesión de algunos gobiernos no solo de borrar nuestro pasado, también de cambiar y usar la historia a su gusto.

            IM (individuos marcados) como el padre de la protagonista los hay todos los lados, en especial cuando piensas diferente al resto de la gente, de los mortales, y la subversividad puede ser vista de múltiples maneras, pero nunca como un castigo. Jamás debemos olvidar una cosa, que la información y las libertades de opinión y pensamiento son bienes muy preciados que no deben morir nunca.



Comentarios

  1. Mi opinión es que como no cambien las cosas llevamos muy mal camino. Como decía hace muchos años Gerónimo Granda en la televisión asturianas: "Historia de Lenda, la libertad no existe", y bien que nos reíamos con la frasecita de las narices.

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  2. Si acertabas la pregunta del final te regalaban una radio 'piquinina', pero... ¿Dónde empieza nuestra libertad?

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