La vulgar Vulgaria
Sobre las librerías de toda la
vida y otras cosas ‘sin interés’.
El real mundo de las bibliotecas mágicas
Unos dicen que no leen a los
autores autopublicados o aquellos que publican con editoriales pequeñas, (peor
para ellos) otros sin embargo leo en sus blogs que no comentan libros de gran
tirada comercial, cómo esos títulos que se venden como churros. También los hay
que ni leen ni reseñan sobre los libros denominados de autoayuda, porque ‘solo
ayudan a quien los escribe’, y yo estoy totalmente de acuerdo con ellos.
Se lee por placer, distracción,
hobby, porque nos encanta. Cada uno lee lo que le da la santa gana y se debe
respetar. Los hay outsider, sin
agencia, sin representantes, sin agente, sin editor, sin nada de nada, que
escriben muy bien y nadie les apoya.
Luego aparecen los manidos
listados, los aborrezco de la misma manera que me producen aversión los roles.
Mejores escritores, mejores editores, los personajes más influyentes del
momento dicen cuáles son los libros que más les han marcado a lo largo de su
vida, etc., etc., pero al final de eso ¿de qué nos sirve?, pienso que no sirve
de nada más bien para apoyar a las grandes corporaciones editoriales que son
las que dominan el cotarro literario. Seguimos tragándonos verdaderos tochos de autores que no tienen nada que
decirnos, y ya no nos emociona ver los títulos de antes en los escaparates de
las librerías, (las pocas y valientes que quedan, que no han sido comidas,
fagocitadas por los grandes diplodocus comerciales) con sus buenos títulos, que
nunca encontraremos en las baldas de ese lugar donde vive el padre elfo de la
niña repugnante, esa que tanto nos ha dado la lata estas Navidades, donde no pienso
comprar jamás un libro porque son un verdadero desastre envolviendo los libros,
prestando más atención a las colonias, entre otros miles de cosas, y en ese
departamento dedicado al maravilloso mundo editorial te dicen ‘búscate la vida’ cuando preguntas por
autor en concreto, porque tienen libros para parar un tren.
Estamos invitados a visitarla...
Me baso en estas afirmaciones no
solo por experiencias personales, también debido a que hace unos días un
periodista de cultural comentaba en su columna (hablando sobre el cierre de
librerías de toda la vida) que si
te acercabas a uno de estos establecimientos de ventas al por mayor y
preguntabas al dependiente/a por
Baudelaire, como no se lo escribieras no tenía ni pajolera idea de lo que le
estabas preguntando y/o pidiendo, además no sabían a qué sección mandarte.
Creo que nos estamos convirtiendo
en una ‘vulgar Vulgaria’, y que los
dinosaurios y los unicornios comenzaron a desaparecer cuando la gente empezó a
comprar, supongo también que a leer los libros de ciertos famosetes de turno, que han conseguido llenar los bolsillos de
algunas editoriales durante una buena temporada, mientras que Baudelaire y
compañía siguen criando malvas.
Cuidado, no os equivoquéis, lo
mismo que critico esto reprocho a todos aquellos que leen ciertos libros de
autores de renombre por el simple hecho del postureo, quedando por ‘cultos e interesantes’, eso también es
una vulgaridad de los habitantes de Vulgaria.
¿Es obligatorio leer a ciertos
autores para que nos tachen de intelectuales y nos digan que somos unas
personas cultas? Opino que dentro de este campo hay autores infumables, pesados
y que agotan una barbaridad cada vez que acabas una página, haciéndose
insufribles hasta la saciedad, pero esto no lo puedes decir por redes sociales
porque entonces serías un habitante más de la ‘vulgar Vulgaria’.
El fascinante mundo de las bibliotecas
Mañana cuando me levante quiero
tachar esta fecha en el calendario: Vulgaria
año 0. No nos aislemos, seamos abiertos, leamos todo lo que nos venga en gana
sin complejo alguno, no nos dejemos imponer por los demás y tengamos buen
criterio, divirtiéndonos porque…la lectura es un gran placer, porque entonces podemos convertir a
la lectura en nuestra propia cárcel, entonces seremos vulnerables.
Post
scriputm:
“La vulgar Vulgaria” es un
país imaginario salido de uno de los rincones más ignotos de mi cabeza, así que
por favor no se ofenda nadie. Vulgaria
es una nación donde los políticos son como son, la cultura siempre está en un
segundo plano, y le dan más valor al fútbol y al chismorreo que protestar por
la desaparición de nuestras librerías de barrio. Vulgaria es un estado donde se invierte muy poco en las bibliotecas
municipales, y en algunos lugares están prácticamente olvidadas.
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