Borges, el antifútbol
Una de finales:
Llegó el gran día, y ya era hora de que de una maldita vez se acabe este despropósito para siempre, terminando hasta el año que viene esta 'cacareada' final de "la copa de no sé qué", donde ha parado el mundo de una forma incompresible. Los periódicos buscando buenas ventas han agotado todos los filones posibles, buscando historias personales, historias épicas del pasado con futbolistas que ni siquiera conocemos o que han pasado a mejor gloria (mejor dicho vida)..., parece ser que medio mundo funciona o de cintura para abajo o "del mardito furbo" hablando llanamente.
Parece mentira que en un país de donde han salido gloriosos escritores como J.L. Borges, Julio Cortázar o Ernesto Sábato entre otros sea solo reconocido por dar patadas al dichoso balón de los demonios, y que nadie se acuerde de ellos en estos momentos. Es patético que en unas noticias televisivas en hora punta sean primera plana los últimos movimientos futbolísticos, que de periódicos de primera línea a nivel nacional encabecen sus crónicas no con los acontecimientos del momento, si no más bien con la última hora de la finalísima venida allende de los mares.
Lo peor de todo, y como siempre, viene de la mano de nuestros políticos, siempre al acecho, de la situación, del momento adecuado para ser nombrados y salir en la foto...total que, 'metedura de pata al canto' van y apoyan este gran acto deportivo, en lugar de apoyar los actos culturales que se celebran a lo largo y ancho de su país, al que demuestran no querer nada. Es mejor que te vean las masas que esa 'inmensa minoría' que considera importantes otras cosas, teniendo muy en cuenta que el mundo no va a cambiar, ni a terminarse por perder o ganar una de esas tantas finales que se repiten año tras año, donde se mueven cantidades ingentes de dinero, que al final es lo que cuenta.
Así que para terminar este pequeño gran enfado por mi parte lo haré con una de las frases de Borges, uno de los más argentinos entre los argentinos sobre el fútbol:
Café Margot, uno de los clásicos bodegones argentinos
"El fútbol despierta las peores pasiones. Despierta sobre todo lo que es peor en estos tiempos, que es el nacionalismo referido al deporte. Porque la gente cree que va a ver un espectáculo, pero no es así. La gente va a ver quién va a ganar. Porque si les interesa el fútbol, el hecho de ganar o perder es irrelevante, no importaría el resultado, sino que el partido fuera interesante".
El fútbol es el verdadero opio del pueblo.
ResponderEliminarPor los siglos de los siglos...
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