El ladrón de cadáveres
Corto de café: Viajando por las profundas y
oscuras historias de R.L. Stevenson (2)
“La ciudad
dormía aún, envuelta en un mundo lleno de tinieblas…”
Feltus era un viejo escocés dado
a la bebida… apartado de la religión y propietario de unos vicios bastante
irregulares, por tantos años de estancia en el pueblo se había convertido en un
hijo adoptivo del mismo, por lo demás, podemos destacar que le gustaba mucho el
ron, convirtiéndose en un hombre muy particular, aunque eso sí, tenía un
reducido grupo de conocidos, a los que podemos denominar como ‘amigos’, porque
en el fondo, él era un hombre solitario, demasiado solitario.
La
llegada de un doctor que responde al nombre de Wolfe Macfarlane lo cambia todo,
porque este hombre puede guardar algo que Feltus quizás quisiera sacar a la
luz. Un encuentro “cara a cara” entre los dos, en una poco iluminada entrada de
taberna, un inesperado momento, que parecerá ofender al “buenhombre” de
Macfarlane, que le intentará quitar la careta, esa máscara que esconde ante
todo el mundo. Ese incidente hizo que entre sus amigos contertulios les entrase
ganas de averiguar algo sobre aquello que llaman pasado, porque en la vida hay
gente, tipos de toda clase, calaña y catadura que dan lugar para todo. En esos
tiempos había personajes que traficaban con los muertos, cadáveres que
abastecían las clases, aulas de medicina en donde los futuros médicos
realizaban sus extrañas prácticas, dónde los resurrecionistas servían a
sus muertos, para que pudieran practicar toda clase de atrocidades en el
momento adecuado.
Esta es la historia…
Nos encontraremos con cuerpos
que muy probablemente haya perdido la vida unas pocas horas antes de comenzar
este relato, cuerpos aún calientes, con una historia detrás, que ha quedado
sesgada, quizás…. donde algunos de ellos pudieron ser asesinados, pero Feltus
solo debía preocuparse por tres cosas, aceptar todo aquello que le traían,
pagar el precio estipulado por el mismo y, pasar por alto cualquier indicio de
un posible crimen.
Hasta que una noche el vaso se
desborda y le traen el cadáver de una joven conocida, con fuertes indicios de
haber sido asesinada. Macfarlane, un superior sin escrúpulos le aconseja que
haga la vista gorda para que nadie salga perjudicado. Ellos dos habían sido
elegidos como asistentes del profesor por una sencilla razón, para que no
fueran chismosos, y ellos, no lo iban a ser, sabían callar y silenciar cierto
tipo de cosas.
Macfarlane guardaba muchos
secretos y todos a cuál más peligroso, pues era un hombre que se movía en un
mundo lleno de tinieblas, (siempre entre oscuros mundos) “porque los
malvados no encuentran descanso”. Los resurrecionistas de cadáveres en una
noche de locura y mal tiempo, en un lejano y tenebroso lugar se llevarían una
sorpresa que nunca en la vida olvidarían…
Post
scriptum:
Toda esta historia sucede cuando
un joven estudiante de medicina se ve envuelto en los sucios negocios de
conseguir cadáveres para las salas de disección de la facultad de medicina,
donde los futuros médicos realizarían sus prácticas, donde las conciencias de
algunos despiertan ante ciertos hechos y actitudes poco morales, porque algunos
son capaces de pasar la famosa raya, sin importarles los límites.
La llamada amoralidad puede
dominar ciertas mentes, a las que no les importa para nada las consecuencias
que pudieran traer esa serie de actos. El llamado abismo está delante de
nosotros y, puede ser muy fácil caer en él, pero cuidado, con los muertos no se
juega.
‘The body snatcher’
Pall Mall Cristhmas Extra
1884
P.D.
También ha sido publicado bajo otros títulos como “Los ladrones de cadáveres” y
“El usurpador de cadáveres”, entre otros.
Que tengáis una feliz resurrección.
Comentarios
Publicar un comentario