Yeguas exhaustas

 



              Aunque sea lo contrario y el libro así no lo demuestre es una historia selfie, estás son las palabras con las cuáles quiero empezar esta reseña, luego podemos añadir esto de… una parte es biográfica y otra memoria colectiva, vamos, eso ahora se denomina metaficción, donde un rasgo característico de la historia es la oralidad, donde se reflexiona sobre un presente-pasado, con pinceladas sobre algunos aspectos, pero que finalmente no profundiza en nada, hablando desde la evolución con el lastre que llevaba y, en algún momento de su vida soltó, un maltrato de una pareja machista, egoísta y que vivía intelectualmente de ella.

         Sobre ‘Yeguas exhaustas’ podemos resaltar varias cosas. La primera es que la narración es atemporal, porque es el mismo imaginario, sin importar el tiempo en que vivimos, ni la edad de los protagonistas y sus lectores, todavía nos queda mucho por avanzar. La segunda cuestión, para mí la más importante, donde la autora describe con claridad la situación, es la conciencia de clase, esa working class que nos partimos la cara y el culo por el día a día, y esa conciencia me lleva a otro título por aquí reseñado, que narra situaciones similares ‘Amianto’ de Alberto Prunetti, dos historias, dos miradas y el mismo tema, la misma cuestión, ese ascensor donde socialmente siempre suben las mismas personas, donde nuestra working class, la clase trabajadora de toda la puta vida, con perdón del exabrupto, siempre se queda en la planta baja, porque somos los sin nombre, los sin referencia, los sin padrino, donde siempre habrá gente que viva y se aproveche de nuestro esfuerzo y trabajo, como le pasa a Beatriz, la protagonista de la historia, una verdadera Cenicienta intelectualmente hablando.

             Siempre seremos sin importar nuestro lugar de referencia y procedencia esos ‘chamó y qués’, mientras la gran intelectualidad, da igual el campo o nicho en que se muevan, no dejarán que nadie les toque su trozo de pastel. Eso se puede comprobar en los premios literarios de este país, donde la mayoría de las veces la calidad literaria de los mismos deja mucho que desear y, es más que criticable, preocupándose más por repartirlo, dejarlo más bien entre gente de la casa, amigos, palmeros y demás especie, donde predominará más el nombre del autor que el buen argumento de la novela. Manda huevos…



Sobre la autora:

             Bibiana Collada es una escritora castellonense y para nada novata en este mundo de las letras, pues ha publicado con diferentes editoriales, como Rial, Pre-Textos y La Bella Varsovia entre otras. Actualmente trabaja de profesora de Lengua y Literatura. La novela reseñada, ‘Yeguas Exhaustas’, es su primera novela.

                   


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