Sumisión
Recomendaciones literarias (18):
Los acontecimientos de estos
últimos días en Afganistán y con la que se avecina con esa pobre gente me han
hecho recordar este título, donde la frase ‘no
hay más Dios que Alá y Mahoma su único profeta’ viene ni que al pelo para realizar esta
entrada.
Imaginaros que en un país como
Francia hay unas elecciones presidenciales, donde un candidato islámico,
carismático y con la ayuda de otras formaciones de diversa índole gana a la
derecha. Como indicaba al principio, este panorama trastoca la vida de los
protagonistas de la historia, así que cada uno se va buscando las habichuelas o
la escapatoria como buenamente puede, por tanto el país va camino de
convertirse en una distopía, me explico: Los judíos se marchan en masa hacia el
gran paraíso espiritual de Israel, las mujeres tapan sus cuerpos, todo aquel
que lucha por sacar adelante el negocio con el cual se ganaban el pan de cada
día o cierran, o tienen que reorientarlo por culpa de las ‘circunstancias’. Como veis una película nada agradable para todo
aquel que tenga que vivirla.
El asunto no termina aquí. ¿Qué
pasa si dirigimos nuestra mirada hacia la universidad, por ejemplo a la famosa
Sorbona? Solo se dan estudios islámicos, los más privilegiados son todos
aquellos profesores que han pasado por el aro, permitiéndoles además la
poligamia.
François decide dar ese cambio
radical a su vida y decide hacer todo aquello que le manden, de esta forma
pasaría a formar parte de esa élite privilegiada que disfrutaría de una serie
de prebendas para nada accesibles al resto de mortales.
La novela que en algunos sectores
cuando fue publicada la tildaron de provocativa, fue contestada por el autor
ante las críticas recibidas y como el mismo comentó…’he acelerado la historia’, y creo que en eso no se ha equivocado,
vamos que no hay nada nuevo bajo el sol. Occidente vuelve hacer ‘mutis por el foro’, mostrando una gran cobardía ante ciertos
asuntos que surgen a su alrededor. Una narración que nos recuerda a otras que
podemos decir son similares como “1984” de Orwell y “Un
mundo feliz” a cargo de Aldous Huxley. Recordar, la fatalidad puede
esperarnos a la vuelta de la esquina.
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