España is different
Son
tiempos de cisma como el de Bizancio. Cuando
cuelgue este post es muy probable que se haya concedido uno de los
premios literarios más importantes de este país, de la misma manera que ya se
han otorgado el Nobel y Princesa de
Asturias de las Letras, galardones que nunca asignan a gusto de todos, porque
como ya sabéis los premios son
discutidos y discutibles.
Hay escritores que en esta fecha
recuerdan en sus redes sociales –año tras
año- a todo aquel que quiera escucharle que él ya ganó el premio tiempo
atrás, por eso recuerda con ilusión ese día, dando la matraca toda la semana, vez
tras vez, incansable, inagotable, porque lo único importante para él es que ya
lo obtuvo antes, con una gran obra que seguramente nos habrá gustado a todos y
que todavía podemos encontrar en la librería correspondiente, como si eso fuera
lo más importante dentro del mundo literario del momento, tenemos que aguantar
cada cosa…, eso sí la gran legión de seguidores-lectores le ‘doran los oídos cantidad’ diciéndole
que su libro, el maldito libro que escribió es el mejor del mundo mundial. El
ego por centímetro cuadrado de algunos que la dan al bolígrafo ‘escritoril’ es acojonante.
Estos “writter ego” están
haciendo escuela, menuda mierda. Ninguno de ellos llega a la suela de los
zapatos a nuestro gran Umbral, famoso por aquella frase de ‘yo he venido hablar de mi libro’ o a Cela que ante la insistencia
de la periodista sobre la pregunta defina a su libro en cinco palabras,
habiendo indicado él varias veces que tenía prisa contestó sin ningún pudor lo
siguiente; coño, hostia, puta, mierda,
joder. Hay tiene usted señorita mi libro definido en cinco palabras, no sé por
qué se asusta…
Dos tíos
con clase, no como algún llorón que lo tiene todo –incluído el de la matraca con su p… premio- tienen la suerte de vivir bien, dar
conferencias, estar invitados al programa de turno invitado por su amigo del
alma, donde los palmeros aplaudirán sus ocurrencias, hacen lo que les gusta –el
maravilloso oficio de escribir-, venden la hostia, están en las mejores
editoriales y con los mejores representantes, para llorar a lágrima viva porque
no se habla lo suficiente de ellos, y el ganador-a del premio del que hablo le
quitará pantalla, porque tienen el mismo talento o más que ellos, hay que
joderse. Como decimos por estas tierras ‘cagon
ros ho’.
Jorge de Burgos, el 'controlador' de la biblioteca en "El nombre de la rosa", antiguo bibliotecario, un hombre algo apocalíptico como el mundo editorial en la actualidad. Aunque pienso que no soy tan fanático como él.
Hoy
reparto palos para todo el mundo. Los lectores tampoco andamos a la zaga. Hay editoriales
que no cubren gastos con los escritores que publican y que están dentro del
catálogo, vamos que ‘nun dan perres’,
son en ocasiones una ruina, pero por amor al arte y a la profesión deciden
hacerlo, con un par. Pero…he aquí que si el desconocido y no vendido autor para
el gran público le dan un premio, nos tiramos como locos a comprar el libro y
la editorial no da abasto con la demanda.
Estos días hay unos comentarios en
las redes sobre las editoriales que publican a los famosetes de turno, a los
politicastros de m…. que tenemos dentro de nuestras fronteras con libros que no
valen una puta mierda, -ya lo dije-, y luego a la gente talentosa les dicen “mándenos
su manuscrito y ya le contestaremos”. La respuesta nunca llega. Así pasa con
todo. Vende más una imagen que el talento, eso sí que es triste, lo mismo pasa
con la música donde los famosos berrean y el talentoso se muere en la miseria
del desconocido. Vende más una cara que el esfuerzo de una persona. Con toda la
razón del mundo ‘España is different’.
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