A Dolores
El cáncer es uno de nuestros peores enemigos, uno de los peores males que tiene esta sociedad, entra en la vida de uno sin apenas llamar a la puerta, y cuando te has dado cuenta "hay un okupa dentro de ti "que no se quiere marchar". Es en esos momentos cuando tienes que sacar lo mejor de uno mismo para vencer en esta carrera de larga distancia. Dedicado a una persona que dio su vida por los demás, que se preocupó por insertar y normalizar a las personas con discapacidad, dentro de una sociedad que avanza a 'paso de dinosaurio' para ciertos colectivos de difícil inserción social...
“Porque la amistad más
importante, es la más desinteresada”
Detrás
de los amplios y soleados ventanales que rodean el local que la asociación
(U.M.A.) tiene en la calle Balmes de Gijón, en uno de sus barrios más
populosos, nos encontrábamos con una de sus trabajadoras, una sonriente y
simpática mujer, siempre llena de alegría, desbordando energía por todos los
poros de su piel, como diría un castizo “por los cuatro costados”, que
respondía al nombre de Dolores, que durante mucho tiempo su entrega, amor y
confianza ha estado dedicada a todos aquellos que componíamos el mundo de la
discapacidad, eso que algunos llaman el ‘tercer
sector’, ya que con ella aprendimos a salir de ese ‘cascarón’ que cubría nuestras diferentes capacidades, aprendiendo
e intentando combatir con éxito el día a día. Como dice en uno de sus libros
preferidos, y que era toda su filosofía:
“No se ve bien
si no es con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”.
(El Principito)
Jamás tuvo una palabra de desánimo con nosotros (de eso doy fe), porque ella era amiga de
todos y estaba dispuesta para todos. Nunca cerraba, abierta como una farmacia las
24 h. al día, siempre a tiempo completo, a tiempo cabal. Ahora que escribimos
estas letras nos acordamos del genial Jorge L. Borges, cuando describió con
estas hermosas frases la amistad, que definen muy bien cómo era nuestra
Dolores:
No puedo dar soluciones,
para todos los
problemas de la vida,
ni tengo respuestas
para tus dudas o temores,
pero puedo escucharte
y…
compartirlo contigo.
Escuchar y compartir, que fácil es pronunciarlo, decirlo,
pero qué difícil es ponerlo en práctica. Su empatía conseguía abstraernos de
nuestros problemas, abriéndonos su corazón lleno de ternura, mostrando una gran calidez humana
que desprendía a raudales. Todos aquellos que hemos tenido la suerte de tratar
con ella, ya sea a nivel personal o laboral solo podemos decir una cosa, que en
la lucha asociativa, en ese ‘pico y pala’
de la discapacidad era instintiva, aguerrida como pocas, llevando a buen
término en la mayoría de los casos todo aquello que nos proponíamos, debido a
que ‘tu fortaleza de espíritu siempre nos contagiaba’.
Hemos sido unas personas con suerte al disfrutar de su
presencia, de su labor en la asociación, con ella hemos tenido bienestar, y,
donde nuestra querida U.M.A., porque cito palabras textuales suyas: (‘La
Asociación es nuestra familia, nuestra vida, una parte importante de cada uno
de nosotros, que debemos querer con toda nuestra alma’,) disfrutó de
sus mejores momentos, llevando la honradez por bandera, siempre fue fiel a la
Asociación, ‘su Asociación’, porque
quería a U.M.A. con locura, mucho más
que todos nosotros juntos.
Llamaba
la atención su tremenda memoria, acordándose de la primera vez que ‘rompíamos el cascarón’, es decir, el
día en que traspasábamos la puerta de U.M.A para hacernos socios, para apuntarnos en aquel lugar donde nos
habían dicho que podíamos conseguir “cosas”, donde había gente como nosotros,
como tú y yo que soñábamos con algo mejor, que un mundo nuevo es posible, con
unas mejores expectativas para el futuro, y allí estaba ella tras los
cristales, grandes ventanales de su vida diaria, de sus quehaceres, de ese
trabajo que tanto amaba, tras esa mesa siempre llena de papeles, que crecían y
crecían de una manera desmesurada, casi rozando el cielo, con un teléfono que
nunca dejaba de sonar, (el muy maldito nunca callaba, terco como una mula),
pero ella a pesar de todo siempre nos ponía la mejor de sus sonrisas, la mejor
de sus caras, y haciendo un hueco entre todo aquel maremágnum que la envolvía,
y que a pesar de todo no impedía la comunicación nos recibía diciendo; - “Bienvenido a U.M.A”’- Dolores siempre ha estado unida a la
discapacidad, a nuestra discapacidad, porque la hizo suya. ¿Suena extraño, verdad?
Estaba claro, solo buscaba una cosa…la inserción,
la igualdad en las personas, pero hasta que llegase ese momento era…”nuestra
mano amiga”.
Con ella hemos pasado peligrosos
desiertos y mares, alguna que otra tormenta e incluso un gran tornado, saliendo
siempre con vida, sobreviviendo a todas esas guerras que surgen cuando peleas
por tus derechos defendiendo la discapacidad, regresando después sanos y salvos
a nuestros “cuarteles de invierno”, ya que la lucha asociativa siempre debía de continuar, debe de continuar. Ahora que no estás con nosotros, que te has ido “volando hacia lo más alto del cielo, girando
hasta la segunda estrella a la derecha, justo en el amanecer, y has llegado a
el país de Nunca Jamás”,
solo queremos decirte una cosa, nunca pararemos en la defensa y en los derechos
de todos aquellos que deseamos un mundo mejor, donde la accesibilidad y la normalización
de las personas con cualquier tipo de discapacidad no sea una utopía, (como tú
querías) más bien una realidad al alcance de la mano, que todos podamos
disfrutar. ¿Te acuerdas? –“Un trabajo normal, un sueldo normal, simple y
llanamente ser una persona normal, alguien que te quiera, alguien a quien
querer y llegar a fin de mes”.
El poco tiempo que has estado con nosotros vale toda una
eternidad.
Siempre
en nuestro recuerdo.
Javier Mateos Piñán 'Ritarbeyu'
Loly Rodríguez Rodríguez
El artículo lo podéis encontrar en la revista 'serCapaz':
Post Scriptum: Trabajaste humildemente y como nadie en defender nuestros derechos, sabemos que no te gustaba salir "en los papeles", por eso hemos respetado tu decisión no colgando ninguna foto tuya, porque lo importante, lo más importante de todo es que siempre estarás en nuestro recuerdo, y tu imagen permanecerá imborrable para nosotros en nuestra memoria.
Hasta pronto...
La accesibilidad de lo inaccesible.
ResponderEliminarLa accesibilidad es un don muy preciado, pero la cultura, la diversión, el viajar e incluso salir a la calle sigue estando inaccesible para las personas con discapacidad...
EliminarInaccesible y cáncer, cuánto odio a esas palabras.
ResponderEliminarCada uno tenemos nuestros propios odios interiores.
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