Leviatán

La historia de un "Unabomber".





Ficha técnica:
Autor: Paul Auster
Título: Leviatán
Título original: Leviathan
Editorial: Anagrama
Colección: Panorama de narrativas nº 283
Traducción: Maribel de Juan
Portada: Julio Vivas
Ilustración: Ángel Jové
Págs. 269
ISBN: 84-339—0634-8
El libro leído es una 8ª edición (1998)
Encuadernación: Rústica-Tapa blanda

“Todos los Estados reales son corruptos”
(Ralph Waldo Emerson)

Argumento:

    Todo comienza con un muerto anónimo: en una carretera de Wisconsin, un día de 1990, a un hombre le estalla una bomba en la mano y vuela en mil pedazos. Pero alguien sabe quién era, y con el FBI pisándole los talones –pero algunos indicios le relacionan con el cadáver-, Peter Aaron decide contar su historia, dar su versión de los hechos y del personaje, antes de que la historia y las mitologías oficiales establezcan para siempre sus falsedades –o verdades a medias- como la verdad.

       Y así, Peter Aaron, escritor (y peculiar alter ego de Paul Auster: su nombre tiene las mismas iniciales y ha escrito una novela llamada “Luna”, tal como el propio Auster escribiera “El Palacio de la Luna”), escribirá Leviatán, la biografía de Benjamin Sachs, el muerto, también escritor y objetor de conciencia encarcelado durante la guerra de Vietnam, desaparecido desde el año 1986, autor de una novela de juventud que le convirtiera fugazmente en un escritor de culto, posiblemente un asesino, y angustiado agonista de un dilema contemporáneo:¿literatura o compromiso político?¿Realidad o ficción? Pero la biografía es doble –el biógrafo frente al biografiado, como alguien frente a un espejo que le devuelve la imagen de otro- porque es también la de Peter Aaron, para quien Sachs no era sólo un amigo amado y desparecido, sino también un síntoma de su absoluta ignorancia, un emblema de lo incognoscible. (Que poco me gusta esta palabra) Y porque Peter no sería lo que es si quince años antes no hubiera conocido a Benjamin, ni Benjamin habría cumplido su explosivo destino si en su vida no hubiera aparecido Peter, dando lugar a un ineludible, azaroso, laberíntico, austeriano encadenamiento de circunstancias.
La Editorial.



       Yo ya sé que la legión de seguidores de Auster es inimaginable, a mí también me gustan algunos de los libros escritos por este hombre, pero ¿no pensáis que con tal intrincado argumento no es para volverse atrás en su lectura? Tuve que leerlo dos veces para enterarme de que iba el tema. El universo “austeriano” es como es y punto. Creo que no es necesario enrevesarlo tanto, y que no hace falta tanta palabrería para intentar enganchar al lector.

       Encontré su lectura con altibajos, tan pronto me gustaba como me perdía. Lo leí de dos intentos, porque en una parte tenía razón el argumento, es “demasiado laberíntico” para mi gusto. Esos personajes digamos que…bivalentes no me terminan de convencer. No sé si son desgraciados o van con la desgracia encima. No sé si no se entienden con su alma gemela, o si su espíritu marchó de su cuerpo hace mucho tiempo. Entre  Benjamin Sachs y Peter Aaron hay una relación entre amor y distancia que les une en su amistad, que les depara multitud de vicisitudes que pueden dar amplitud a la historia y a los personajes, pero que a mí me pierden, aunque he decir que la escena en que ambos protagonistas se conocen, entablando esa amistad que les durará de por vida la encuentro genial.




      Todos tenemos nuestras obsesiones, (también yo me la he tomado con esta frasecita de los demonios), y tendemos a hablar sobres ciertos temas, a repetirnos vez tras vez sobre lo mismo. Así que en mi cabeza muchas veces no logro entender el porqué de muchos  escritores americanos a mencionar la guerra del Vietnam. Entiendo que quizás les haya marcado mucho, pero acaban cansando con toda esa serie de personajes trastornados a consecuencia de la guerra, con matices tan marcados, en los que muchos son idénticos hasta la saciedad.



     Me gustaría mencionar otra cosa más. ¿Por qué intentan “tirar” abajo un sistema político que ellos consideran perfecto? A lo mejor no lo es tanto… ¿Les gustaría tener una gran revolución? Parece que la están añorando. Mucho anarquista, “demasiados Unabomber”, demasiados “anti”, demasiados “contras” por todos los lados, probablemente esté en su idiosincrasia, y en ese pánico atroz que poseen de  ser el centro de todo ataque terrorista, de que el resto del mundo está en contra de sus valores tradicionales, y de sus ya cansinos monumentos nacionales. Todo eso forma parte de su literatura, de sus películas y de sus temores internos, que lamentablemente (bajo mi punto de vista claro está), nos quieren traspasar. Cosas veredes Sancho”.




Retrato robot de Unabomber
(Jeanne Boylan)



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