La Biblia de Alba

 

Banquete de Belsasar en Babilonia, antes de que una misteriosa mano escribiera las famosas palabras que tuvo que descifrar el profeta Daniel: Mene, tekel y uparsin - Tu reino ha sido pesado en la balanza y hallado falto de peso. Tu reino llega a su fin y será dado a los medos y a los persas.

        Nuevamente y tras un pequeño largo silencio hacemos una de nuestras habituales incursiones en el mundo de los códices, en este caso con una biblia, denominada con el apellido de la familia debido a que pertenece a la Casa de Alba, aunque hablando con propiedad deberíamos llamarla ‘Biblia de Arragel’, que es (el ejemplar) una traducción al romance o castellano de la biblia hebrea, con comentario claro está en lengua romance.

           ¿Por qué de Arragel y no de Alba? La pregunta queda aclarada cuando comprobamos que la traducción fue realizada por un rabino judío, concretamente por Moisés Arrangel. Mosé Arragel de Guadalajara pertenecía a la comunidad judía de Maqueda, localidad de la provincia de Toledo, villa que fue donada por el “octavo de los Alfonsos” a la Orden de Calatrava, quienes serían los encargados de proteger Maqueda de los Almohades.

         Hablamos de la Orden de Calatrava porque en el año 1422, el Maestre de la misma Luis González de Guzmán  tenía el deseo de leer la biblia en castellano, y le anima (a Mosé Arragel) a traducirla, (también a comentarla) terminando la traducción en el año 1430, y la revisión, junto con las notas y comentarios, tres años más tarde.

José interpretando los sueños del faraón de Egipto: folio 49r

              Arragel murió en Portugal en el año 1493, por el ‘Edicto de Granada’, declarado por los Reyes Católicos, que obligaba a los judíos abandonar los territorios pertenecientes a la Corona de Castilla y Aragón (1492).

         Una vez revisada la historia podemos volver a esta biblia la de Arragel o de Alba, da igual como la queráis llamar, y podemos decir de ella que el texto está miniado en estilo gótico español, junto con una particular muestra de arte sefardí.

           En la obra se mencionan los pareceres y observaciones de eruditos judíos y cristianos, (de ahí su importancia) de los textos bíblicos. Arragel también dejó plasmada su propia huella, dejando escritos comentarios personales, algunos de ellos donde se resaltaba el orgullo que tenía de ser un judío español, pero si hubiera sabido que tiempo más tarde los Reyes Católicos iban a decretar la expulsión de los judíos en España, no hubiera escrito algunas cosas, eso lo tengo bien claro.

Gedeón, uno de los jueces de Israel en el momento en que selecciona a su ejercito

         Ya sabéis que todo manuscrito tiene una gran historia detrás, y este no iba a ser menos, así que tiene un largo recorrido en esto de… ‘dar tumbos por la vida’, como era el de ir de mano en mano, detallamos. Fue propiedad del tesoro de Enrique IV, luego estuvo en posesión de Isabel la Católica, más tarde fue confiscado por la Inquisición, luego acabó en las manos del todopoderoso Conde-Duque de Olivares. Como no ha sido reclamado por Patrimonio Nacional, está en la actualidad custodiado por los Duques de Alba de Tormes, que son los herederos del ya mencionado Conde-Duque, en el Palacio de Liria, Madrid (España).

       Son 513 folios, es decir, 1026 páginas que incluyen no solo el texto en cuestión, junto con las glosas elaboradas por el rabino, acompañadas de 334 miniaturas donde se nos muestran antiguos pasajes de la historia sagrada, creo que es mejor decir de nuestra historia sagrada, realizados por varios artistas cristianos de la ciudad de Toledo, siempre bajo la supervisión de los frailes, porque en la traducción judaica son reacios a este tipo de representaciones.

       También incluye la correspondencia entre el rabino y el Maestre de la Orden de Calatrava, (25 primeros folios) y los franciscanos toledanos, junto al resto de revisores cristianos, donde se mostraba la forma de llevar adelante la labor encomendada.



Post scriptum:

           Para finalizar y como suelo hacer algunas veces me gustaría aclarar una cosa, vista alguna de las ‘anécdotas’ llamémoslas así que han pasado, junto con la eliminación de imágenes a pesar de comentar la procedencia y propiedad de las mismas. Cuando realizo este tipo de entradas en este blog del silencio no me mueve ningún interés económico, intelectual, académico, ni sandez por el estilo, tan solo el orgullo personal y divulgativo de dar a conocer una serie de escritos, códices, manuscritos y similares que pienso que todo el mundo debería de conocer, no dedicando tanto tiempo al ‘mardito furbo y chafardeo’. Otra aclaración más, yo no vivo de esto, vamos que ni soy maestro, ni académico, ni catedrático, me gano la vida pensando camiones, algo que podéis comprobar en el hastag #yopesocamiones, digo esto por si alguien duda, y recordar otra cosa más, ‘la cultura es un bien que nos pertenece a todos y que deberíamos de cuidar y mantener’.



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