La Biblia de Alba
Nuevamente
y tras un pequeño largo silencio hacemos una de nuestras habituales incursiones
en el mundo de los códices, en este caso con una biblia, denominada con el
apellido de la familia debido a que pertenece a la Casa de Alba, aunque hablando con propiedad deberíamos llamarla ‘Biblia de Arragel’, que es (el
ejemplar) una traducción al romance o castellano de la biblia hebrea, con
comentario claro está en lengua romance.
¿Por qué de Arragel y no de Alba?
La pregunta queda aclarada cuando comprobamos que la traducción fue realizada
por un rabino judío, concretamente por Moisés Arrangel. Mosé Arragel de
Guadalajara pertenecía a la comunidad judía de Maqueda, localidad de la provincia
de Toledo, villa que fue donada por el “octavo de los Alfonsos” a la Orden
de Calatrava, quienes serían los encargados de proteger Maqueda de los
Almohades.
Hablamos de la Orden de Calatrava porque en el año
1422, el Maestre de la misma Luis González de Guzmán tenía el deseo de leer la biblia en
castellano, y le anima (a Mosé Arragel) a traducirla, (también a comentarla)
terminando la traducción en el año 1430, y la revisión, junto con las notas y
comentarios, tres años más tarde.
Arragel murió en Portugal en el año 1493, por el ‘Edicto de Granada’, declarado por los Reyes Católicos, que obligaba a los
judíos abandonar los territorios pertenecientes a la Corona de Castilla y
Aragón (1492).
Una vez revisada la historia
podemos volver a esta biblia la de Arragel o de Alba, da igual como la queráis
llamar, y podemos decir de ella que el texto está miniado en estilo gótico
español, junto con una particular muestra de arte sefardí.
En la obra se mencionan los
pareceres y observaciones de eruditos judíos y cristianos, (de ahí su
importancia) de los textos bíblicos. Arragel también dejó plasmada su propia
huella, dejando escritos comentarios personales, algunos de ellos donde se
resaltaba el orgullo que tenía de ser un judío español, pero si hubiera sabido
que tiempo más tarde los Reyes Católicos iban a decretar la expulsión de los
judíos en España, no hubiera escrito algunas cosas, eso lo tengo bien claro.
Ya sabéis que todo manuscrito
tiene una gran historia detrás, y este no iba a ser menos, así que tiene un
largo recorrido en esto de… ‘dar tumbos por la vida’, como era el de ir de mano
en mano, detallamos. Fue propiedad del tesoro de Enrique IV, luego estuvo en posesión de Isabel la Católica, más tarde fue confiscado por la Inquisición, luego acabó en las manos
del todopoderoso Conde-Duque de Olivares.
Como no ha sido reclamado por Patrimonio Nacional, está en la actualidad
custodiado por los Duques de Alba de
Tormes, que son los herederos del ya mencionado Conde-Duque, en el Palacio de Liria, Madrid (España).
Son 513 folios, es decir, 1026
páginas que incluyen no solo el texto en cuestión, junto con las glosas
elaboradas por el rabino, acompañadas de 334 miniaturas donde se nos muestran
antiguos pasajes de la historia sagrada, creo que es mejor decir de nuestra
historia sagrada, realizados por varios artistas cristianos de la ciudad de
Toledo, siempre bajo la supervisión de los frailes, porque en la traducción
judaica son reacios a este tipo de representaciones.
También incluye la correspondencia
entre el rabino y el Maestre de la Orden de Calatrava, (25 primeros folios) y
los franciscanos toledanos, junto al resto de revisores cristianos, donde se
mostraba la forma de llevar adelante la labor encomendada.
Post
scriptum:
Para finalizar y como suelo hacer
algunas veces me gustaría aclarar una cosa, vista alguna de las ‘anécdotas’ llamémoslas así que han
pasado, junto con la eliminación de imágenes a pesar de comentar la procedencia
y propiedad de las mismas. Cuando realizo este tipo de entradas en este blog
del silencio no me mueve ningún
interés económico, intelectual, académico, ni sandez por el estilo, tan solo el
orgullo personal y divulgativo de dar a conocer una serie de escritos, códices,
manuscritos y similares que pienso que todo el mundo debería de conocer, no
dedicando tanto tiempo al ‘mardito furbo
y chafardeo’. Otra aclaración más, yo no vivo de esto, vamos que ni soy
maestro, ni académico, ni catedrático, me gano la vida pensando camiones, algo
que podéis comprobar en el hastag #yopesocamiones, digo esto por si alguien
duda, y recordar otra cosa más, ‘la cultura es un bien que nos pertenece a
todos y que deberíamos de cuidar y mantener’.
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